Una imagen alrededor,
Su presencia, un fuerte candor,
Me deshago como un rompecabezas,
Y las piezas se separan entre ellas.
Los cuadros de un triste domingo,
La habitación de los turbios recuerdos,
Las tazas que alimentaron un olvido,
La ventana de solitarios desiertos.
Suena una añeja melodía,
Entre nuestro avezado ambiente.
Ella sola vuela, y la puerta cierra,
A lo lejos, sola parte lentamente.
El abandono de un alma,
Entre barrios, oscuros por la noche.
Y raudo, el amor nos quita la luz,
Como las velas ante el fuerte viento.
Partiste una tarde de luna,
Un día sin hermosas noches.
Todas tus palabras fueron emociones,
Bajo un parque, donde tu recuerdo me lleva.
No quiero regresar a esta ilusión,
A este delirio, una fuerte pasión.
Y como decía aquel sabio libro,
“Cualquier tiempo pasado fue mejor”.
Ahora, que solo permaneceré,
Arrodillado bajo una triste fantasía,
Entre la ventana y mi habitación.
Llorando por una triste emoción.
Suena el melancólico bandoneón,
Reclamando el fuerte, nuestro amor.
Y las voces resonando en mi corazón,
Ya perdí del tiempo la noción.
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