Esto era una vez cinco renglones que iban en busca de un punto final para convertirse en un microcuento. Pero vete aquí que se encontraron con tres. Trataron de combinarse pero ni los renglones querían separarse (llevaban mucho tiempo juntos), ni los puntos acababan de ponerse de acuerdo en quién sería el último, el tan deseado punto y final. Así que, tras mucho discutir, renglones y puntos se colocaron cada uno con los suyos y se quedaron así, en suspenso...