Derroche de alegría y de pericia
Silencio que es del alma confidente
Vanidad que es ternura y que acaricia
Belleza que como el calor se siente


Si preguntan por ella yo recuerdo el silencio, pero aquel que acompaña un abrazo. Si me dicen ha vuelto no deja de inquietarme, aunque sea yo mismo quien lo diga bromeando.

Quien hace a una persona lo más importante de su vida, arriesga sin querer su propia vida. La vida algunas veces comienza un poco tarde; la vida algunas veces se demora, como suelen hacerlo los milagros; tú fuiste mi milagro, y aunque a veces, con ganas de halagar digo milagro, este que cierto dios concede es solo uno; no te van a dar más, no se pueden ganar, no cuenta aquí la fe ni el optimismo. Uno mismo casi no lo cree; tomas a una persona y sin saber de trucos, sin entender tus afectados movimientos de ojos y de manos, te acercas y la miras, te acercas y la tocas y vean que cosa rara, la transformas en ángel, pero no un ángel más; es tu único ángel; le dibujas las alas y le animas, lo invitas a volar y tú a su lado; te gusta su volar y entre más sube, más lo crees real y tú a su lado, y no sabes volar y no lo sabes, y no quieres saber, y te sientes alado; de pronto ves tu cuerpo: tu mente ya no es tuya, tu pecho ha reventado, tu piel es mas sensible ¡Tus manos! ¡Tienes manos! No te han crecido alas; el milagro está en ella pero tú eres humano, tú no eres el milagro y ella está tan arriba, donde tú la pusiste; tú creaste el milagro y aunque ella quisiera no puede con tu peso, trata de rescatarte pero solo una vía si se puede llamar a la caída; sabes que va a doler, ya te habían avisado; ella un día te dijo que no le dieras alas, que bastaban las manos, que buena compañía vale mas que milagros ¡Y los ojos abiertos duelen! ¡Y los ojos cerrados duelen! Y abajo no hay milagros, ya utilizaste el tuyo, y le dices mezquino a ese dios que te ha dado a saber que un milagro es sobre todo Uno; y caes en picada y te haces picadillo; y se veía venir pero igual duele; el dolor se revuelve con las gotas de tiempo; el tiempo es el solvente, y te tomas el tiempo, y lo tomas por litros, y el dolor reaparece pero está diluido; tu cuerpo es un coloide y la vida que sigue ahí como si nada, te manda algunas luces, y las luces refringen tus recuerdos como al polvo en el aire, te recuerdan, te reviven, te rematan; algo ayuda tu perro, nada ayudan tus matas; tu cuerpo es una herida tan sensible ¿Quién dice que solo duele el alma? Con el cuerpo y el alma se recibe al verdugo; 12 horas de azotes en el día, algo más de mil horas en la noche, y te da latigazos con su cara tapada; no puedes ver su rostro, pero tú lo conoces, es el mismo del ángel y no quieres que pare; tú quieres el azote, tú quieres que te rompa; así como una vez te dio la vida quieres que te la quite; que te mate en la noche, que te viva en el día.

Es tarde ya si se quiere el detalle, pero es temprano aún si se evoca el recuerdo, mi plato favorito ayer alimento caliente hoy lo consumo frío y no lo creo, como sabe de bien ¿Quién dijo que tener es lo que importa? ¿Quién dijo que morir no es el milagro? Hoy no te tengo aquí y eso no importa, contigo solo pude morir y no imaginas cuanto de muerte tienen, el amor y la vida.

Ahora que no te tengo tan arriba, ahora es el momento, ahora que no duele recordarte, ahora que de mi ya no te sales, ahora cuando el aire se hace tibio y coquetea con mis fosas nasales, ahora es cuando puedo describirte: yo sigo viendo el ángel, el mismo que sentí, el mismo que viví, con la vida en sus ojos, con la muerte en su vientre, con sus trenzas de niña y el amor en los labios, con sus hondas caricias y entrañables silencios, con los pies en la tierra y el alma en otro lado.

Acaso no eres tú la mas hermosa, acaso no eres tu quien mas me quiso, acaso no estarás nunca conmigo, pero hablando de amor he comprendido que solo hay un milagro, que no eres nadie más que mi milagro.

Si preguntan por ella yo recuerdo el silencio, pero aquel que acompaña un abrazo. Han pasado cinco años y no dejo de inquietarme cuando me digo ha vuelto y lo digo bromeando.


Para Susanita 8/01/07