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LA TRISTE DESGRACIA DE UN DESDICHADO


El día en que la desgracia ocurrió había amanecido violentamente, los desgarradores rayos del sol sacudieron al pueblo de su habitual letargo. Nadie puede decir que no supo en ese momento que la desgracia iba a ocurrir. Prueba de eso es que no hubo una sola alma del pueblo que no lo haya visto salir tambaleándose, como un desdichado. También fue todo el pueblo el que se burló de él luego de que el cura hablara, el pueblo fue el que también tuvo que escuchar, con un indisimulable fastidio, hablar al desdichado, que ustedes se ríen de mí, ríanse de mi desdicha si quieren, búrlense de mi desgracia, pero ustedes también, ustedes también son unos desdichados, por algo nunca nadie salió de este pueblo podrido, podrido y con olor a rancio y a muerto, por algo ni los barcos paran acá, por algo el puerto hace años que no recibe a nadie, porque ni ustedes ni este pueblo importan, y cuando dijo estas palabras los más osados contemplaron el vasto y revoltoso mar, contemplaron una isla en el horizonte, pero desistieron al escuchar que el destino había querido que mueran en este triste y desolado pueblo, si es que no están muertos todavía, desde su concepción están destinados a nacer, vivir y morir aquí, si es que esto se puede llamar vivir, es como estar muertos, para vivir así mejor no estar vivo, créanme, para vivir así mejor no estar vivo.
Él mismo pudo haber evitado la desgracia, porque antes de que la desgracia ocurriera, él lo supo. Lo supo antes incluso de que amaneciera, lo supo cuando los pájaros de la noche gritaron fuerte, dieron tres fuertes graznidos en medio de la oscuridad, y él lo supo en ese instante. Aunque lo supo no tuvo la fuerza que se necesita para enfrentar su desdicha, ni siquiera fue capaz de esconderse detrás de las nubes, ni siquiera bajo el mar, no sea por unas pocas horas, hasta que los pájaros de la noche se vuelen hacia otro pueblo, unas pocas horas hasta que ese sol africanizante se concentre en otro podrido y muerto y desdichado pueblo. Él supo que iba a ocurrir, la podría haber evitado si tan solo no hubiese sido tan cobarde, si no fuese un cobarde desdichado, pero simplemente se resignó a los avatares de su enorme desdicha, no porque la aceptase, sino porque no se atrevía a desafiarla, no se atrevía desafiar a la desdicha con la que había nacido, la desdicha con la que había amanecido el pueblo ese día, ese día y todos los días, su triste desdicha de cobarde.
Cuando los rayos del sol lo golpearon, tiempo después de escuchar a los pájaros de la noche, cuando se levantó del lecho que con sus treinta y siete años no había compartido, cuando bostezó y una mosca le zumbó en la boca y salió, cuando no pudo evitar lo que lo había marcado toda su vida, que era ver la inmundicia de ese pueblo podrido con olor a rancio y a muerto, le rezó a todos los Santos del Cielo y de la Tierra, quiso saber qué era la felicidad, por favor, solo eso me gustaría saber, pero en vez de eso en ese entonces fue cuando supo que era un desdichado, que fui destinado a la desdicha en el momento en que salí del vientre de mi Santa madre Inés de la Clemencia de los Mares, mi vida no tiene sentido si eso es lo que soy, si nadie me quiere, si soy un desdichado, y efectivamente lo era, no sólo a partir del momento en que la desgracia ocurrió, se notaba en sus grandes y hundidos ojos de pichón atemorizado, en su respingada nariz, en sus coloradas y tristes y mojadas mejillas se notaba que había sido desdichado toda una vida, él y también sus coloradas y tristes y mojadas mejillas.
Tomó la determinación sin mucha parsimonia, la vacilación vendría después, pero por ahora sólo sabía que para vivir así mejor estar muertos, no soporto más este pueblo aletargado, qué desdichado soy, para vivir así mejor estar muerto, ahora mismo agarro el revólver de héroe de guerra que mi maldito padre le obsequió a mi Santa madre Inés de la Clemencia de los Mares como forma de pago, soy un bastardo, otro desdichado bastardo de este pueblo ennegrecido, si sólo pudiese ver a mi padre y echarle todo en la cara, le diría que soy un desdichado, y él se burlaría de mi, me diría ya lo sé, eres un pobre y bastardo desdichado, más desdichado que todos mis bastardos, los de este pueblo y los de los otros, tu vida parece la muerte, y qué demonios, es por mi culpa, por mi culpa tu vida y este pueblo están podridos, y entonces él se reiría y yo le diría de qué te ríes, si por tu culpa soy un desdichado, y él me respondería yo soy un héroe de guerra y tú eres un desdichado, eso me hace reír, pero por lo menos tienes mi revólver, si quieres terminar tu desdicha, si quieres olvidar tu vida de desamparo, si quieres olvidar que yo soy un héroe de guerra y tú eres un desdichado, y entonces yo le preguntaría para qué te sirve ser un héroe de guerra si nadie se acuerda de eso, y él enmudecería, pero igual eso nunca podrá pasar porque él nunca volverá a este pueblo podrido, si a nadie le importa este pueblo soñoliento, y además ahora mismo me lleno de plomo, para vivir así mejor estar muerto, que por lo menos todos saben que los muertos no sufren, todos saben que los muertos no pueden sufrir una vida oxidada, una vida triste y podrida y oxidada como la mía. .
Ahora ya dominado por el nerviosismo tomó el revólver, mientras jugueteaba con el gatillo pensaba que si no lo hago ahora no lo haré nunca, soy un cobarde, un cobarde desdichado, debo hacerlo, debo tomar coraje, si para vivir así mejor estar muerto, lo hago ahora y listo, ya termino con esta vida, esta vida de bastardo y cobarde y desdichado. Nadie vio salir la bala, tampoco nadie la escuchó, pero apretó el gatillo y se le nubló la vista, sintió al corazón latiendo con tal fuerza que pensó que se le saldría del pecho, una lágrima le volvió a mojar las ya mojadas mejillas, quiso gritar con toda su fuerza, no de desdicha, no de temor, no de cobardía, sino que soy feliz, justo ahora sé lo que es ser feliz, me voy a morir, pero sé lo que ser feliz, madre mía, qué desdichado soy para morir en el único momento en que soy feliz, y el corazón se le salió del pecho, sus mejillas quedaron más tristes y mojadas que nunca, gritó con toda su fuerza, ahora sí de desdicha, puta madre.
El pueblo entero lo vio salir caminando después de que la desgracia ocurriera. La bala le atravesó el cráneo y le desgarró los sesos, su imagen era conmovedora, gritando de desdicha, chorreando sangre, con un agujero en el pecho, el corazón en el piso y un grito en el cielo, la puta madre, por qué no me morí, por qué estoy vivo, por qué soy temeroso y cobarde y desdichado, carajo, no quiero vivir si vivir es esta desventura, no morir, pero acabar con la felicidad, si vivir es ser desdichado, por qué no puedo morir. Creo yo, se atrevió a decir el párroco, que porque nadie puede morir dos veces, ni aunque sea el más desdichado del pueblo, ni aunque sea el más feliz del pueblo por un momento, nadie puede morir dos veces, ni siquiera tú.

Texto agregado el 11-08-2007, y leído por 649 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
05-04-2008 Fuiste un capricho! Pedazo de bicho. Mi corazón permanece inerte, al verte. Ya no me interesas, sólo me das pereza. Flor Silvestre florita
21-02-2008 Demasiado lento... oye, a todo esto, por qué no lees de verdad mi texto??? no era una hitoria jajaja simplemente un pensamiento, no pretende impactar, solo tranmitir algo, lo que sea. zasira
11-11-2007 Es muy repetitivo pero tiene el sentido global del principio de la existencia y el final de la misma.Un sentido trágico pero real. Sigue, y no pierdas la fé en tu camino. Solo podemos seguir dominando las circunstancias de nuestro camino que va indefectiblemente hacia el final de nuestra batalla personal. Nuestra dignidad en suma. robertbores
29-08-2007 MUY BUENO ME AGRADA MUCHO TU TEXTO sesar
23-08-2007 Excelente!!!!!!!! la repeticion, a diferencia de lo q indican muchos, tiene una razon de estar, es simplemente maravilloso. Esa repeticion demuestra la obstinacion del personaje, increiblemente ejecutad y el realismo magico es sublime, estas a la altura de los grandes maestros como Garcia Marquez. y ademas... q final! es excelente!!! sigue asi, nunca pares de hacerlo, tienes todo el talento necesario. x favor, avísame cuando publiques algo nuevo!! mis********* socrates57
22-08-2007 primero 15...? uhmmm. si estás empezando, no está mal, poco a poco te irás puliendo, sabes qué? el arte de usar palabras gruesas es saber en que momento decirlas. un beso y mi afecto. avefenixazul
21-08-2007 La verdad no lo acabé de leer... me pareció muy repetitivo al principio y no lleva a ningún lugar. Cossete
19-08-2007 Buen texto, aprolijà in poco las repeticiones, te felicito gatazul8
19-08-2007 Yo también he jugado al rugby y por lo que veo, escribes como un pilar, con fuerza , empuje y ganas de gresca, pero como en el rugby, no todo es fuerza, hay que parar el juego si te conviene, pasar el balón correctamente y planear la jugada de antemano. Dosifica tus palabras, no te andes por las ramas y fíjate un objetivo. Sigue hasta dar con el ensayo perfecto. Saludos. artacoymua
19-08-2007 Tiene fuerza...pero creo que al leer ciertas partes puede dispersarse la atención, tal vez mas espacios y mas cuidado al repetir palabras, lo haría mejor. Me gustó, tienes estilo y futuro. inalicia
19-08-2007 Hola! La verdad me gustó tu manera de expresarte...como muchos me dijeron a mí... vas a llegar lejos con tus textos... te mereces 5*!! Alina
18-08-2007 Narrativa cruda y sangrienta... Te dejo 5***** SorGalim_Plus
18-08-2007 Coincido con NakaGahedros debes separar los dialos y los pensamientos, ya quetodo se ve apretado y puede cansar, el argumento tuvo buena consistencia. 4* Jonh
17-08-2007 Mucha fuerza y coraje, buena narración, se siente cuando la lees... saludos kaly_carledu
14-08-2007 Me rasgo tu texto, casi hasta las lágrimas. *5 MARIAOTILIA
12-08-2007 Carajo! Mierda! Cuanta violencia! Me hace acordar a un texto que escribí, "llamando a la muerte" te lo recomiendo porque hay parecidos. Y ya que terminé de publicitarme, solo me resta decirte que revises la organización, los dialogos, aunque sean pensamientos o suposiciones, necesitan algo que los distinga. Mis 4* saludos. NakaGahedros
11-08-2007 Hey, jejejjee ta bien. Una narrativa audàz que se lee ràpida. Muy simpatico certero. Nadie morimos dos veces.__________ RHCastro
 
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