El discurso de un agnóstico respecto a Dios es que no existe un conocimiento capaz de demostrar que Dios exista. Puede ser que exista, pero como los seres humanos somos tan limitados es improbable que algún día podamos tener certeza en esto. Ante esto no puedo dejar de estar de acuerdo. El hombre no puede 'conocer' a Dios, pues ese conocimiento sobrepasa nuestras capacidades actuales. No obstante, encuentro apropiado ponerse en forma hipotética a pensar que es posible que exista. Al ser posible su existencia, dando coherencia a nuestro existir, podemos colocarnos en una actitud de diálogo con ese Otro supremo y mantenernos abiertos a su manifestación, que puede ser por inspiración, al leer la palabra que se dice divina (Biblia), o simplemente al experimentar el amor, pues este sentimiento-pensamiento nos maravilla y supera, y si un sentimiento puede generar en nosotros meditaciones tan sublimes es porque su origen está afuera de nosotros mismos. No encuentro bueno que un hombre se quede sentado, simplemente porque no conoce el camino. Todo el que busca encuentra, y a Dios es posible encontrarlo, sólo es cosa de buscar. Podríamos decir: "Señor, tú que eres grande, ven a mí y manifiéstate para que crea en ti", pero pienso que mi oración debe ser más descabellada: "Señor, no te conozco, pero deseo conocerte. No te hallo, pero aún así te busco. Porque deseo amarte ayúdame a llegar a ti"