Mientras estoy aquí no me importa lo que pueda pasar; escucho su palpitar tan cerca que me estremezco entre sus brazos, puedo sentir su calor y esa sensación de protección tan placentera que si pudiera, nunca dejaría de sentir. Me acurruco en su pecho y siento cómo desliza sus manos entre mis largos cabellos. Lleva horas diciéndome lo mucho que le gusta verlos sueltos cuando son arrastrados por el viento. A veces, ni siquiera presto atención a lo que me dice… ¡he soñado tantas veces este momento que no quisiera que fuera una de esas crueles visiones que suelen desaparecer cuando despierto!
Cierro los ojos para tranquilizar y sosegar mis pensamientos negativos y porqué no, para comprobar si es una fantasía o no… ¡no lo es, no es una falsedad, no es una ilusión producto de mis deseos!. Es él quien ahora toma mi mano y deposita en ella un dulce beso con sus labios, con los labios de los que al fin pude recibir un beso, sí, mi primer beso…
Fugazmente puedo escuchar un susurro en mi oído que me dice “duerme un poco”, ¿dormir? no, eso es lo último que quiero hacer en este momento, no podría soportar quedarme dormida mientras él está aquí, velando mi sueño, no después de todo el tiempo que deseé este momento.
Me incorporo lentamente hasta llegar a la altura de sus celestes ojos, no puedo decir nada, el sólo hecho de tenerlo enfrente me provoca nerviosismo, él lo nota y me da un tierno beso en la frente. Logro tranquilizarme, después de todo no hay porqué temer, no hay nada en el mundo más maravilloso que este momento, mí momento, nuestro momento…
Vuelvo a abrazarlo como si pudiera escaparse de mi lado, ¿y él?, él corresponde mi abrazo con una efusividad pocas veces experimentada. Mi padre me abrazó así el día que entré al colegio, pero este abrazo es muy diferente; mi corazón palpita de una manera distinta y puedo sentir que el suyo también.
Si esto es lo que llaman amor, puedo decir que es uno de los sentimientos más magníficos experimentados por el ser humano, hoy puedo decir que esta emoción ha sido el motor para soportar la larga espera por mi príncipe encantador, sólo espero yo también ser su princesa, la que él un día soñó…
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