Detesto esta tristeza, porque no puedo apreciar el cielo, y si lo veo; me duele mi soledad y su inmensidad.
Deseo estar completamente sola, es mi espacio, pero me siento invadida y he preferido irme, no voy a defender mi territorio.
El tiempo, la gente, mis padres, mis amigos pasan igual… ya nada se me queda dentro y me da rabia, me siento fastidiada por la compañía de los que me rodean, pues no me ven realmente, les molesta lo que hago y con furia se han dedicado a herirme…
…y a Dios, a Él lo tengo abandonado, sencillamente alojado en mi mesa de noche, no he pretendido hablarle, los fanáticos dicen que le he cerrado mi corazón, pero Él sabe que está mas abierto que nunca, que las heridas sangran nuevamente…
puede que me cure algún día, pero por ahora simplemente quiero estar sola, me hace falta mi soledad, aunque me duela, y aunque llore, prefiero mi soledad a tu compañía, porque descubrí que ya no te quiero y tu tampoco me quieres.
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