Recibe con todo mi amor y desamor, que no siempre supe como expresar, mi colección y después busca a quien tengas que buscar, enamórate pero no compartas nuestra colección.

Quiero decir que para cuando pude abrir los ojos tu estabas dentro de mí, ya eras mi definición de motivo. El hijo que jamás llegaría y los tintes de rencor comenzaban a salpicar nuestra relación y amenazaban con teñirla de sentimientos encontrados. Así que, en cuanto saliste supe que tenía que dejar de ser tu motivo para salvar al mío y solo te pido que cuando me encuentres me abraces con todas tus fuerzas, que digas todo lo que tienes que decir, que llores todo lo que tengas que llorar.

Y así, a lo lejos logro contemplarte con nuestra verdad en la cabeza y con nuestra historia en el corazón salvando la mirada cansada de tus lindos ojos claros con la aun esperanza de seguir contemplando lo que falta por escribirse en lo que queda de la hoja en blanco, y me vuelvo ellos y me vuelvo a enamorar de ti.