El aliento de mis suspiros se diluye entre la niebla,
Mis pasos inseguros dejan rastro de soledad,
La estrella roja del cielo luce siniestra,
La bruma que envuelve mi razón no se va a apartar.
Una llovizna suave, llena de gotas mi piel,
Los potentes aullidos de la colina, terminan con el silencio,
Toda esta melancolía acrecenta mis lamentos,
Las lágrimas de mi llanto humedecen el pavimento,
Es el principio de mi final, que ironía,
Pensar que en un charco de ansiedad voy a terminar,
Hacen que mis pesadillas sean algo real.
Carecer de luz ya no es relevante,
La penumbra acoge mi ser de manera agradable,
La codicia y el poder se extinguen en esta dimensión,
No hay espacio para política, autoritarismo ni religión,
Pues no creo necesitar de eso que llaman redención,
La nostalgia, hace que no extrañe la diversión,
Mi carencia de fe es provocada por una conmoción,
La cual surge de las mentiras de este entorno,
Para las cuales no hay solución,
Este ambiente te sumerge en la tristeza no hay opción.
Frío, inclemencia, mi cuerpo es insensible a todo,
Como las ramas de un árbol en invierno,
Mis huesos están frágiles y sin fuerza, veo un sendero,
Y hay llamas enormes ¿estaré en el infierno?,
No, es que la rabia provoca que mi corazón este ardiendo,
Por qué, no puedo cumplir mis sueños,
Será por que la cruda verdad es que no los merezco,
Se extingue el fuego y vuelve a invadirme el hielo,
Mi fervor se congela, ¿para que quiero que el amor vuelva?,
Si el manto de la inseguridad ya he adoptado,
Nostalgia, ¿en realidad es una palabra?,
O en concreto dicta que mi vida no vale nada.
A partir de ahora seré alguien frió y duro,
Así no sufriré mas, de eso estoy seguro.
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