10/11/2001

He visto muchas cosas muy extrañas e impresionantes;
he visto a un pequeño pajarillo caminando confidente, entre la gente en (de) la ciudad más grande del mundo;
he conocido una nueva especie de perros que sabe cómo atravesar las avenidas;
he visto padres que salen de sus casas si su hijo les pide que lo hagan porque su novia vendrá;
he conocido adolescentes con los nervios de punta por el stress que les provocan los exámenes finales de lenguaje y expresión;
he visto a mi mejor amigo partir;
he probado promesas sin cumplir;
he visto personas sin pronunciar promesas;
he encontrado a gente que las cumple;
he encontrado la página del FBI y conocido a los más buscados;
he obtenido más información que un cortesano del siglo XV podría tener a lo largo de toda su vida, simplemente leyendo una página del Times;
he visto aves volando en formación de V porque les facilita el trabajo;
he experimentado la extinción del amor;
he instalado Windows en mi máquina por mí misma;
he asistido a conferencias satelitales;
me he dormido en ellas;
he concidido con una persona a quien quería conocer, lo cual me recuerda a las llamadas que realiza Demián con la mente;
he dejado de ver a mi amor platónico;
he cambiado de carrera unas tres veces;
me he desvelado por estudiar para un exámen que de todas formas reprobé;
porque he reprobado exámenes;
he encontrado a mis mejores amigos que viven demasiado lejos de mí;
he perdido a un perro, a varios peces, algunos gatos...;
he conocido a un amigo que sin tecnología jamás hubiese podido aunque estemos en la misma escuela;
he visto un eclipse total de sol;
he estado internada en un hospital;
he volado cometas y un avión;
he volado en avión;
he visitado un país distinto al mío,
y sin embargo aún no conozco enteramente el mío;
he conocido a un caricaturista famoso;
he perdido a una de mis mejores amigas;
he encontrado la mejor música de la tierra que es parte de la música del cielo;
he deseado algunas veces ser Hermann Hesse;
he escrito muchas cosas y aún siento que no he escrito suficiente;
he establecido una amistad con un antiguo amor;
he leído a Benedetti hasta el cansancio,
afortunadamente Benedetti jamás podría cansarme;
y he escuchado su amor, sentido su redacción, encontrado mis respuestas en él;
pero nunca antes había visto
esta soledad.