Puedo sumergirme
En ese antaño perfume
Que dejó tu aliento cerezo
Bajo este pétreo olfato canino.

Tu aura montesina
Viene a tientas
A bañarse
Con mis lágrimas;
Cuando es de noche.

Imagino
Que eres la golondrina
Que tirita de frío en mi ventanal
Y que emigras dejando tu sombra perpetua.

Naciste para embalsamar
Mi mundo…
Este mundo de eternas añoranzas.