olía extraño. sonaba apocalíptico.
el moño pequeño color rojo, despertó y se puso sus zapatos negros y caminó afuera de la habitación.
atrás, los unicornios azules y las nubes rosas.
el aire estaba un poco más disperso. modesto, bostezando..., no observó. el hermoso vestido nova, empezaba a buscar a su madre. balbuceos necesidad, buscando, buscando, buscando, buscando, buscando, buscando, buscando, buscando, buscando...
el frío asustaba. el día perfumaba algo no bueno.
corrió descalza a la puerta y buscó afuera...
sedas y piel peleaban en el viento invisible, contaminando, destruyendo. la enfermedad estaba afuera, tal vez edipo lo estaba.
los cañonazos incendiaron el panorama oscuro. demonios epidemia y los cuerpos alumbrando el cementerio renovado. lobos y sangre, un paisaje tenebroso.
los pies se lastimaban con cada paso diminuto. las extremidades de los cadáveres infectaban sus piernas, mientras ella no entendía. reflejarse en los ojos de su platónico era su única misión.
en la esquina, una fragancia recordaba el vientre poderoso. el ahora gateo fue más rápido. el último aire exhalaba...había terminado su búsqueda.
la cenicienta dormía, demasiado tarde pero no para ella...trató de alcanzar, de tocar a su amada y simplemente colapsó sobre ella. la radiación festejó por el incesto inmortal. |