(“…Si la virtud estuviese en encontrar un término medio o equilibrio, el mar no tendría olas, los días serían nublados y el arcoiris tendría tonos de gris…”)

El equilibrio es la utopía de la perfección,
Esa que día a día añoramos alcanzar,
Por la “bendita” moral hereditaria.
Los extremos no son buenos,
Pero deseamos alcanzarlos para disfrazarnos y creer que lo son.
Nos fascina la idea de tropezar con la misma piedra casi eternamente.
Ahora si…me cuestiono;
El equilibrio no existe,
Porque esto sería lo perfecto,
Pero los extremos si existen…
Pero no son buenos.
Si esto es así… ¿dónde me paro hoy?
¿Dónde me paro para seguir a este segundo que apura a mi corazón?
No quiero intentar dormirme en los tiempos con formas cuadradas;
Pero tampoco quiero intentar dormirme en la mentira del aquí y ahora…
Porque esto asusta a mi corazón que sigue apurado y tropezando.
¿Dónde estoy cuando no quiero estar escribiendo esto?
¿A donde voy cuando mi prisa no quiere tener tanta prisa?

Y de repente me callo.-
( shhhhhhhhhhhhhh )
Y vuelve a mi boca la palabra:
“calma”.
Mi “stop interno” quiere parar la máquina del signo de pregunta,
Y Mi expansión de cuestiones quiere seguir llenando la hoja,
Llevándole la contra a mi frágil corazón,
Que otra vez,
Necesita detener
Y Amorrar esta boca de pensamientos…
De fondo escucho un tictac imaginario,
Que quiere que lo oiga cada vez más.
Y de otro lado,
El sol me acobija con sus rayos transparentes,
Ilumina mi cara
E ilumina esta hoja que lleno de líneas…
Pero una música quiere que la escuche más que al tictac y más que al sol…
Una música que esta dentro mío…
Una sinfonía personal…
Un montón de violines
Violines de color violeta
Queriendo incentivar con su música mariposas de color amarillas,
Naranjas
Y rosadas
Que Habitan en mi alma…

(“…hay que perderse, para volver a encontrarse…”)
31-07-07