La Libertad del hombre

Libremente lo que puedo decir acerca de la libertad del hombre, elude un poco la ajena verdad a la que me veo sometido, siempre cuando procuro esperar el día soñado, que será aquel día en el que el hombre sea libre en todos los aspectos, tanto en expresión como en libertad física, siendo la falta de esta primera la causante de la falta de esta última.

Para referirme al tema de lo que conforma la libertad del hombre, he querido ser más amplio en tolerancia hacia mis propias ideas negadas, aquellas que raramente suelen salir a ser conjeturadas, por motivo confuso de mi plena aspiración al preguntarme, si es correcto lo que hago, lo que pienso y lo que opino, aunque dudarlo parezca, he consolidado un pensamiento intensamente constructivo, acerca de mis propios puntos de vista de la libertad del hombre.

Principalmente considero fundamental hablar de la libertad de pensamiento del hombre, a pesar de que influye un poco la tolerancia mutua de nuestros contrincantes absolutistas de razones ¿verdaderas?, obviamente para ellos, diferente mi mundo o no, trataré de encajarme en la verdad, que es la respuesta a todo.

Y conservar la calma si de pronto no logro comprender que motivos me han hecho pensar como pienso, y me pregunto ¿seré de libre pensamiento si mi perfeccionismo futuro en el campo de las ideas es criticado?, puede ser, y de así serlo no lo admito, el hombre tiene un limite que su mismo pensamiento hace acobardar antes de tan siquiera saberlo, y el hombre inaugura un poco su mente real y esta le hace recordar lo perfecto que puede llegar a ser si se compromete a luchar por su cometido.

Esto además de dejarlo aturdido le sintetiza una propagación letal de consecuencias, que posteriormente llevan a confiar en las apariencias y a dejarse engañar por sus propios principios que con él nacen y al crecer se mueren, falsas advertencias hacen razonar aún más al hombre y este por fin después de mucho tiempo duda, pero concluye que aunque sea libre de pensamiento no será jamás tolerado hasta que no deje de confundir su mítica pero fugaz existencia, con su dominio sobrenatural por lo que piensa.