I

Es muy poco lo que sabemos de los pájaros
mas ese vago o simple conocimiento
no nos impide admirar su vuelo
ni soñar con sus alas de libertad.


II

Jamás he visto un pájaro triste. ¿Por qué?
¿Cuál es la razón de su felicidad?
Quizá sea porque saben que son pájaros
y no añoran ser nada más…


III

Ayer te detuviste frente a mi ventana
y nos miramos uno al otro largamente.
Tú querías entrar y tal vez yo salir.
Al final partiste dejándome solo en mi celda de cristal.


IV

Un pájaro de fuego cruzó el horizonte
y una lágrima furtiva asomó a mi corazón.


V

Un día en el mercado compré un pájaro
al que le di una bella jaula de oro.
Después del tiempo ninguno de los dos es feliz:
él no canta y yo no río.


VI

A causa de mi egoísmo estás preso.
A causa de tu temor a escapar, lo aceptas.


VII

Hoy decidí abrir tu jaula para dejarte libre
pero me da temor que no estés preparado
para enfrentar el mundo que por egoísmo ayer te negué.


VIII

Tus alas han crecido
mas tu ambición de ser libre, no.



Bogotá, Octubre 25 de 2006