Para mi amor Andreita:
Andreita, cuando te vi entrar no pude dejar de mirar dentro de tus ojitos celestes. Tu pelito cedoso con las trencitas bien armadas parecias ser el sol mismo.
Desde que te vi no dejo de pensar en ti, ya no me puedo concentrar en los exámenes de plastilina de la señorita. Se me han gastado los lapices de colores por escribir en el cuaderno que te amaba, y que queria besarte en los labios.
Ayer le pregunte a mi papá si podía casarme contigo y me respondio que si, ¡y también que podíamos ser novios!...claro, si tu quieres.
Te quiero: Tu esposo, El compañerito de banco.
Querido cumpañerito de banco:
No quiero hacerte daño, pero la semaña pasada, Angelíto me pidió ser su esposa, y yo le contesté que sí.
Ahora estoy bien con él, nos besamos todo el tiempo y nos queremos mucho, mucho, mucho...pero yo no quiero hacerte daño, y cuando me divorcie de él, seremos marido y mujer, ¡y hasta novios!...
Adios, Andreita. |