Karma y reencarnación en el Nuevo Testamento
Después de haber escrito el tema anterior, Dios Karma y reencarnación, me vino como idea de ver en el N.T. en donde se menciona esos temas que yo sabía que ahí estaban.
Se que lo que voy a escribir va a ser muy polémico, no me preocupa, porque, el que debe leerlo lo leerá, el que en el texto de la Biblia quiere ver otra cosa, la verá, y el que mantiene una mente abierta pensará. Y eso es lo que pretendo con todo lo que escribo. No me interesa hacer proselitismo, sino simplemente darle un empujón a algunas mentes humanas para que quizás vean un tema enfocado de otra manera.
La Biblia que uso en español, (colecciono Biblias y las tengo en varios idiomas) es: La Santa Biblia, antiguo y nuevo testamento, antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602) y cotejada posteriormente con diversas traducciones y con los textos hebreo y griego.
Admito que hay mejores textos, y lo único que cambia es una que otra palabra pero el sentido del texto es el mismo.
Pensaba hacer esto más polémico todavía, dando mi opinión sobre Jesús y sus apóstoles que eran judíos, pero lo único que voy hacer es sacar lo siguiente de Mateo cap. 5, vers. 17-18: “No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas”
Ahora vayamos a lo nuestro. En los primeros tres siglos del Cristianismo el tema del Karma y de la reencarnación era de la creencia y del conocimiento popular. Recién en el segundo Concilio de Nicea en el año 325 d.C. fue limpiado, borrado y anatematizado mucho de los dichos y frases de Jesús porque no le convenía al clero y a los obispos de aquel entonces (y tampoco ahora les conviene) y ahí fue impuesto el dogma para tener al pueblo bajo su dominio. Pero a pesar que mucho desapareció algo quedó todavía que aunque poco, sirve para ilustrar el título de este trabajo.
Veamos Juan cap. 1, ver 19 y 21: “Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntaron; ¿Tú quien eres? (19) Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo; No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. (21)
¿A que venía esa pregunta, si Elías fue un profeta del Antiguo Testamento? ¿Por qué le preguntaron eso, si no hubiesen creído que Jesús podía ser la reencarnación de Elías?
Sigamos con Elías. Leemos en Mateo cap. 11, vers. 9: “Más ¿Qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo, y más que profeta”. En el vers. 11: “De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres, otro mayor que Juan el Bautista………” y en el vers. 14 leemos: “Y si queréis recibir, él es aquél Elías que había de venir” Y en el vers. 15 remata con la frase: “El que tiene oídos para oír, oiga”
Pero lo mejor está por venir: en Mateo cap. 17 vers. 10-13; “Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? Y respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías vendrá primero y restituirá todas las cosas. Más os digo, que ya vino Elías y no lo conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista”.
Si alguien quiere tomarse el trabajo de leer, que hizo Elías en su celo por su Dios y como murió Juan el Bautista, verá el Karma en acción.
Ningún comentario de mi parte sobre la reencarnación es necesario, “más claro agua”
Ahora viene un tema sobre el Karma y la reencarnación. En Juan cap. 9, vers. 1-3 leemos: “Y pasando Jesús, vio un hombre ciego desde su nacimiento. Y preguntáronle sus discípulos, diciendo: Rabbi ¿Quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego? Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: más para que las obras de Dios se manifiesten en él”
Como podían ellos preguntarle a Jesús si éste o sus padres pecaron para nacer él ciego. Si no creyesen que existen vidas anteriores y un Karma que enseña, ¿cuándo habría él pecado si ya nació ciego? ¡y según el testimonio de Jesús tampoco sus padres pecaron!
Muchos filósofos de la antigüedad como Platón y mismo hombres de la Iglesia como Orígenes creyeron en la reencarnación. Y la reencarnación sin el Karma no tiene sentido. Para que debo seguir volviendo (reencarnar) si no es para aprender de mis errores del pasado (Karma). Porque si no existiese una retribución justa sobre nuestro actos del pasado, o no existe Dios, o es infame, injusto y discrimina a diestra y siniestra.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.
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