-No trate de consolarme, doctor. Ya no quiero vivir con esto en medio de mis ojos. O me opera o muy pronto seré loro muerto.

-Hum- dijo Face y luego se quedó silencioso durante un par de minutos. Pasado ese largo rato, preguntó:
-Y bien, ¿qué deseas que te haga?
Al lorito le brillaron sus ojos cuando escuchó esto.
-¡Quiero tener un pico respingado! Ese es mi sueño- repuso el pájaro con energía.

El loro fue operado, según su deseo. Pero, sucedieron cosas en el quirófano. Como ese bello pico respingado, ahora desentonaba con los ojos redondos del ave, el doctor Face decidió dejarlos rasgados. Además, le realizó una liposucción que le proporcionó a Juanito una figura muy estilizada.

Unas cuantas semanas más tarde, Juanito abandonó a su amo y se dedicó al modelaje. A tanto llegó su fama, que, muy pronto, figuró en la portada de las principales revistas faranduleras.

Pedro, triste y resignado, adquirió un perro de raza bóxer. Meses más tarde, al llegar a su casa, sorprendió a su perro lagrimeando frente al televisor…



(No queda más que finalizar esto. Hasta pronto)