(Este poema está dedicado a la incomprensión y el desconocimiento...)
No puedo negar que a veces quisiera escaparme,
evadirme de esta rutina que me agota,
tomar cualquier camino que me aleje,
que me distancie, de la soledad que me provocas.
Necesito respirar tranquila y formar parte del aire,
elevarme con la brisa y dormirme entre los sauces,
olvidar por un momento que nunca quisiste escucharme,
e imaginar que en otra vida me tiendes tu mano para seguir adelante.
Que ya no soporto tus reproches,
que no me acostumbro a que nunca me apoyes,
que me invade la tristeza al saber que un día te perdí,
y lo siento mucho, no sé como lo permití.
Sé que has sufrido lo indecible,
recuerda que yo también estuve allí,
sabe Dios que hubiese querido sanarte,
evitarte esa agonía y haberlo padecido por ti.
Pero no comprendo porqué esa manera tuya de tratarme,
creo que no te das cuenta de lo mucho que te quiero,
y con cada uno de tus desplantes,
me vas llevando cada vez más lejos.
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