"Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra-
El pueblo al aplaudirlo le decía:
"Eres el más gracioso de la tierra,
Y más feliz..."
Y el cómico reía..."
Esta semana La Columna del Miércoles recuerda a un grupo musical que por los años 70's causó furor desde que se dio a conocer al mundo con su tema triunfador Waterloo: ABBA, nacido en Suecia. ¿Alguien no ha tarareado alguna vez Dancing Queen, Fernando, Chiquitita, Super Trouper, Summer Nigt City, Gimme! Gimme! Gimme! y muchos más?
Confieso que por aquellas fechas -siendo contemporáneo de ABBA- viví una gran confusión: no podía decidir de quién estaba más enamorado, si de Agnetha Fältskog o de Anni-Frid Lingstad, vocalistas del grupo; ambas contagiaban su alegría desde el escenario.
¿Y por qué encabezar esta columna con los versos tristes de Garrik?
"Una vez, ante un médico famoso,
Llegóse un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
Como esta palidez del rostro mío.
Nada me causa encanto ni atractivo".
¿Qué tendría que ver Garrik con el grupo que despertó la "abbamanía" que aún por estos días causa furor?
La Columna del Miércoles comparte con ustedes un artículo tomado de Crónica, suplemento de El Mundo (No. 352) para establecer esa relación entre el triste personaje de una poesía y el grupo musical:
Los genes nazis de Abba
SNORRE BRYNE. Oslo. Durante los años 70, fue un icono televisivo de la Europa que se empezaba a gestar. Anni-Frid era la morena del cuarteto sueco Abba, una chica pop de imborrable sonrisa que ganó el Festival de Eurovisión de 1974 con el tema Waterloo. Pero tras el puro kitsch de la música y la estética de Abba -pantalones campana y melenita beatle ellos, largas piernas desnudas y trajes de inspiración galáctica ellas-, Anni-Frid escondía una tragedia. Ella fue producto de un plan ideado por Himmler para emparejar a soldados nazis con mujeres noruegas de raza aria pura con el fin de mejorar la genética de sus descendientes.
Anni-Frid, que, tras la disolución del cuarteto, durante muchos años vivió recluida, es hoy un modelo viviente para las cerca de 12.000 personas que, como ella, nacieron durante la guerra, o poco después, de madres noruegas y padres alemanes. Un grupo de estas personas, muchas con 60 años cumplidos, se dispone a exigir compensaciones ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
TRAIDORAS
La historia de Anni-Frid Lyngstad es representativa del sufrimiento de miles de noruegos. Tras su nacimiento en noviembre de 1945, producto de la unión de su madre, Synni Lyngstad, con el sargento alemán Alfred Haase, tanto la madre como la abuela de la niña fueron tachadas de traidoras y condenadas al ostracismo en una aldea del norte de Noruega
Anni-Frid declaró lo siguiente a un periódico de Suecia: «Mi madre murió cuando yo tenía dos años. Con el tiempo, mi abuela decidió trasladarse a Suecia. Quería librarme del odio que había hacia los alemanes en aquel entonces. Durante varios años vivimos como nómadas. Mi abuela era sembradora y, para conseguir trabajo, teníamos que ir de un lugar a otro. Al final nos instalamos en una casa de Torshälla. Aunque algunos años fueron muy difíciles, recuerdo mi infancia como una época feliz».
La niña dio con su padre por casualidad, 30 años más tarde. El encuentro se produjo en Suecia, en casa de la cantante, y fue propiciado por Benny Anderson, uno de los fundadores de Abba y entonces marido de Anni-Frid. El padre de la cantante, Alfred Haase, supo de su hija al leer un artículo en la revista alemana Bravo.
«Por poco me caigo de la silla delante del televisor cuando descubrí que Anni-Frid era mi hija. No sólo significaba que tenía otra hija, una chica famosa, sino que también tendría que hablarle a mi esposa sobre mi relación con la madre de Anni-Frid. Ella me comprendió. Mi relación con Synni, la madre de Anni-Frid, no fue una simple aventura, estábamos muy enamorados», declaró Alfred Haase al periódico noruego Dagbldet tras la reunión con su hija. Haase ya había contraído matrimonio antes de llegar a Noruega durante la guerra. Él y su esposa tuvieron su primer hijo en 1943.
Más tarde, la integrante de Abba dijo lo siguiente de la reunión con su padre: «Es difícil... Pudo ser distinto si yo hubiera sido adolescente o una niña. En realidad no puedo relacionarme con él y amarlo como lo habría hecho de haber estado a mi lado mientras crecía».
La organización que representa a los hijos de los soldados alemanes, fundada en 1999, la Krigsbarnforbundet Lebensborn, o Fuente de Vida, ha adoptado el nombre del plan dirigido por Heinrich Himmler, líder de las SS, para crear la raza superior.
La organización ha reclamado compensaciones por abusos y discriminación en los tribunales nacionales de Noruega. En su demanda, presentada por 122 personas, afirma que el Gobierno noruego de la época de la guerra -dirigido por el famoso Quisling- fue cómplice de un plan nazi cuyo objetivo era unir a alemanes con mujeres nórdicas, rubias y de ojos azules. El Gobierno noruego, por su parte, sostiene que el delito, de haberse cometido realmente, ya habría prescrito.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
La mayoría de los niños del proyecto Lebensborn que permanecieron en Noruega son hoy en día inadaptados sociales. Pocos han recibido una educación apropiada u obtenido empleo. «Un rasgo característico de todos ellos es que sufren de depresiones y tienen baja estima», sostiene su abogada, Randi Hagen Spydevold.
«Muchos han tenido dificultades para establecer relaciones o para relacionarse con el mundo real, lo que no es de sorprender en personas a las que durante sus años de formación les llamaban idiota alemán, maldito bastardo, y les decían que no merecían estar vivos».
El calificativo «de padre alemán» se consideraba una acusación de peso, suficiente para enviar a los niños a hospitales psiquiátricos, donde muchos sufrían torturas y violaciones. Se les consideraba peligrosos por sus genes nazis, y capaces de organizar una quinta columna fascista.
Según testigos y documentos, el Ejército de Noruega, la Universidad de Oslo y la CIA llevaron a cabo pruebas de los efectos del LSD, de la mescalina y de otras substancias con estas personas.
En 1996 Annie Frid publicó Deep breathes, su primer disco tras un silencio de 12 años. La cantante se trasladó a Suiza en los años 80 y se casó con el príncipe italiano Ruzzo Reuss en 1992.Trágicamente, su hija Lise-Lotte perdió la vida en un accidente de tráfico, en 1998, y su esposo Ruzzo Reuss murió de cáncer en 1999, a los 49 años.
"Todo aquel que lo ve muere de risa;
¡Tiene una gracia artística asombrosa!
-¿Y a mí me hará reir?
-¡Ah! sí, os lo juro;
El sí; nada más él; más... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo-, no me curo:
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta."
Y termino esta semana con un poema de Juan de Dios Peza:
"Cuántos hay que, cansados de la vida,
Enfermos de pesar, muertos de tedio,
Hacen reir como el actor suicida,
Sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reir se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
Porque en los seres que el dolor devora
El alma llora cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
Si sólo abrojos nuestra planta pisa,
Lanza a la faz la tempestad del alma
Un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
Que las vidas son breves mascaradas;
Aqui aprendemos a reír con llanto,
Y también a llorar con carcajadas."
En Cancún, costa mexicana del Caribe
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