Magníficamente horrible: Verdad
Era su deseo y el de muchos humanos, muchos le habían precedido y todos habían fallado, por largos milenios se había buscado la respuesta a esta pregunta y nadie la había hallado, ¿era posible crear tal cosa? él lo había hecho y ahora la recompensa era suya.
¿Para que existe el hombre, el universo y todo lo demás? Muchos se lo han preguntado y nadie puede responderlo ¿Quién lo sabe? muchos dicen que Dios lo sabe y él encontró la manera de hacer contacto ¿con Dios? Eh… más o menos, su invento no era muy impresionante a simple vista pero su función si lo era, consistía en hacer contacto con el conocimiento infinito del universo, ese algo que desconozco era la fuente de todo lo que existe, en breves palabras te hacía omnisciente.
El hombre no titubeo en usarlo primero, él mismo fue su conejillo de indias, se conectó a su aparato y lo encendió. En un principio no vio nada, todo estaba en blanco, luego como su fuera una marea todo el conocimiento vino de golpe, su mente navegó directamente hacia lo que quería saber, hacia eso y después de mucho buscarlo lo encontró.
Lo que supo en ese momento, fue como ice el título maravillosamente horrible, sería demasiado para sus mentes si se lo revelo ahora, no hay cosa en este mundo que pueda ser más deslumbrante y ningún suceso en el mundo puede ser tan aterrador y escalofriante, era la verdad absoluta.
El hombre apagó el aparato, el sudor frío resbalaba por su rostro y sus manos, fue de frente al cajón de su escritorio tomo el viejo revólver de seis tiros y le disparó a su aparato cinco tiros dejándolo completamente destrozado, quemó sus planos, su aparato y su casa y en medio de las llamas destinó la última bala para el único cerebro que sabía la verdad, el suyo.
Fin |