Entrando en un tunel de lavado...

Que me empape bien toda el agua, cada poro de la piel, cada rinconcito del alma, cada pensamiento negativo y borrarlo, tacharlo, olvidarlo para siempre.

Dar vueltecitas por el tunel, mientras el jabón me envuelve y lo emborrona todo.

Burbujitas cristalitas que me permiten dejar entre los renglones de este escrito mis miedos y confusiones.


Otra vez agua salpicada por todas partes. Que fantasea, que limpia, que aguanta mis desperfectos y los hace más llevaderos.

Ahora me sumerjo en ese caminito en el que me deja un brillo extraño...

Y casi al final un airecillo caliente me seca toda toda... Pero hace tanto calor que salgo casi corriendo.


Un empujoncito más y soy una nueva Lorena.