Yo soy de donde un sinsonte
al monte lanza su canto;
de donde la lluvia es llanto
alegre en el horizonte.
Vengo de la palma real
del vuelo del tomeguín;
de donde no tiene fin
el susto del matorral.
Yo soy de donde hay un río
que se pierde en la sabana;
de donde la palma cana
se yergue en el lomerío.
Vengo de allí, donde el verso
se instala tan libremente
que hay espacio solamente
para su pétalo terso.
Vengo de un pueblo que gesta
su alegre pan, su futuro
y soy de donde lo puro
contra lo impuro se apresta.
Texto agregado el 29-07-2007, y leído por 127
visitantes. (1 voto)