Tu aliento de miasma no se te quitará nunca,
por mucho poder que de nuevo has conseguido
con bajos porcentajes de un pueblo sufrido.

Todos los cuerpos putrefactos, desechos,
desconocidos, mutilados,
guardados en tu memoria presidencial
bailaran contigo en cada instante bajo tu gobierno de muertos.

Cadáveres que te han dado el dinero y el poder.

Creo verte cada vez que recuerdo la montaña,
te veo divulgando maldades y robos.
Escucho tu voz gruesa y horrenda y llena de estupideces; rezar.

¿Cómo ha sido posible? Qué el pueblo mío...

Decena y decenas hemos luchado,
ciento y cientos han muerto
mil y miles se ha alejado de una verdad que has escondido por años.

Pero siempre en tu aliento se leerá lo maldito
de tu partido
de tu gobierno
de tus allegados.

Ya los cadáveres saben y saben mejor que vos.