TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / staszaitsev / un dia que no recuerdo, un dia cualquiera

[C:30420]

Me levante como a las 7, tenia que llevar a mi hermana al colegio y ya era tarde, se que ella entra a las 7:30, así que me levante mas temprano de lo que hubiese deseado, pero ni modo, hoy me toca a mi. Tenia ganas de ir al gimnasio luego de dejarla, pero al salir en el coche me doy cuenta de que la reserva se agota, el indicador esta al máximo ( bueno, es un decir, ya todos sabemos que los indicadores de nivel de combustible no son graduales, y una vez encendido permanecen es un estado unitario), mas para mi es como si con cada aceleron que doy se pone mas luminoso el aviso de la falta de gasolina, como si me reclamara. Bueno, falto decirles que acabo de terminar la universidad y todavía no encuentro trabajo, no se si lo hago por haragán o porque no es el momento (en serio) así que sin un quinto en el bolsillo llevo a mi pequeña hermana al colegio y no tengo mas opción que regresar. Al llegar a casa veo a mi madre la cual se alista para salir al trabajo, y mi padre que esta en bata leyendo el periódico. Me molesta el hecho de que ella trabaje mas que el, y que mi padre se cree el auspiciados de la casa y de los gastos. Ya quiero trabajar en parte para que todo esto acabe, e irme a alguna parte, que importa donde, con que este feliz, y lo ese ella y porque no….el también. Comienzo a creer que me vuelvo una carga para la familia que de por si ya esta apretada en los gastos, veo día a día que la corrupción crece, los funcionarios engañan y roban, los impuestos suben, la moneda se devalúa y yo soy un peso. En fin, un suspiro…respiro hondo, pienso en las cosas que debo hacer:
1. Pagar la luz
2. Recoger en la tintorería el traje azul de mi padre
3. Pasar por el pagare que le deben a mama por la venta de los medicamentos homeopáticos
4. Ir al gimnasio (no por vanidad, por salud)
5. Ver a Paulina y Samuel para ver como va el proyecto
6. Recoger la cata de liberación del Servicio Social
7. Ir con mi chica (jaja, esto mas que obligación es un placer)
Tomo un te porque no hay leche para el café y recuerdo el reproche de la luz roja del auto, maldición!, tantas cosas que hacer y todo sin auto, no hay de otra mas que tomar el bus, tren y por ultimo caminar.

Para amenizar mi día de actividades tomo el CD-player y busco un disco que hice la noche anterior, le llame “si aguanta” y tiene varias buenas canciones que me agradan.
Salgo de prisa, dejo el café en el fregador, no se a que se debe pero siempre que programo el día desde la mañana siento la necesidad de hacerlo todo de prisa, como si el tiempo apremia y yo mismo quisiera librarme cuanto antes de la pseudo-presión que siento por la necesidad de mis responsabilidades. Comienza la música… yo empiezo a sentirme alegre, la música contagia su ritmo a mi cerebro, el sonido de la calle desaparece y mi imaginación hace de las suyas, para mi es una de las experiencias mas ricas y deleitables, la música es vida, y yo la vivo, llego a la esquina, tomo el bus este va medio vació (medio lleno?) y el lugar de asiento lo elijo al gusto. Veo gente, gente de todos los tipos, gente adulta, gente joven, gente muy grande y muy chica, todos con sus preocupaciones, sus necesidades y su vida. Es tan variado…pienso en eso y me doy cuenta que no soy gran cosa…quienes lo son? Los que gobiernan, los que tiene dinero, los que tiene poder…para mi todos son importantes, de una forma u otro la vida es importante para todos.

Un chillido “maldición!” Me digo para mis adentros, conozco el sonido tan desagradable que provoca esa frecuencia aguda y audible. Es el aviso de la batería del player…primero la gasolina y ahora las pilas. La canción se detiene y el ruido del motor llega junto a otros mil sonidos diferentes, entre murmullos, ruido de transito, mis pensamientos, todo adquiere un tono realistico, lo único que queda de mi fantasía se vuelve mas sobrio, en fin…Llego a la terminal, bajo sin prisa (antes, cuando tenia música el medio era insignificante, el fin era lo importante así que hacia todo mecánicamente sin ver a mi alrededor ni notando nada, ahora con la carencia del ritmo los papeles se invierten, el fin se vuelve la forma de llegar a mi meta, y la meta se vulva en el medio para tener mi fin). Veo que es un día cualquiera de termino de temporada la de invierno, la primavera comienza a llegar, se siente en el aire, la frescura del ambiente, las ramas de los árboles de la Estación Central comienzan a llenarse de follaje. Atravieso la avenida y me adentro a la estación, la gente forma un cuello de botella en la parte interior donde se paga por entrar al laberinto, busco en mis bolsillos el cambio del boleto anterior y con eso paso a través de las puertas eléctricas que dividen lo de adentro con lo de afuera. Adentro, cerca de las vías, veo a los niños jugando con la línea de advertencia, esta no juega con ellos, solo les advierte. Las madres no le ponen atención al acto, los demás, que digo, la estación esta casi a reventar, los demás son muchos cada uno tiene identidad propia, su vida, su mundo. Yo estoy en medio de todo, se siente llegar el tren (o le digo así, tren…o tren eléctrico, se que esta mal dicho es metro), si no fuera por el sistema de aire acondicionado y la serie de ventiladores en las estaciones y en cada vagón, seria un caos (y casi nadie lo nota..lo noto porque no tengo música y los demás?) La buena cultura de las masas se hace presente exactamente en una estación de metro, eso lo se porque he estado en otros países y se por experiencia propia que la plebe de otros lugares es distinta. Cuando la serpiente metálica se detiene, y las puertas de los vagones se habré, uno nota la educación (o mejor dicho el sentido común popular) que permite el rápido intercambio de pasar de un lugar a otro, primero salen los de adentro, los de afuera esperan pacientemente, y luego, solo después de que todos lo que tiene que bajar en ese lugar desalojan el vagón, los de a fuera, que tiene que abordar entran con calma al vagón (aunque no me crean he visto en otra ciudad un verdadero caos una lucha que se lleva a cabo en cada estación y mas en las horas pico entre los soldados de civil que quieren abordar y los que desean abandonar la unidad. La batalla es tan fuerte que hasta llega a extremos de que alguno sale lastimado)
Diablos, que analítico me vuelo cuando no tengo música! En el interior del vagón todos son igualmente diferentes como lo eran en el bus. Todos con sus rostros, las prisas de llegar a donde? No saben ni lo se (que mierda!, eso de la filosofía no se me da), agacho la cabeza, las manos encima, ahora que lo pienso me encuentro en un estado entre fetal y lo que en los aviones te piden que hagas en caso de accidente. No quiero ver caras, la chicas bonitas no viajan en tren…ellas se van en la superficie en los autos de sus pretendientes, aunque claro que existen las excepciones que marcan la regla. Hoy no fue así, cuando entre vi a todos con un sondeo rápido y no encontré nada que me haya llamado la atención, y supongamos que lo hubiera hecho, que haría? conocerla? jaja!, no, lo único seria deleitarme, eso si, seria mejor hacerlo con música. Cuento una, dos, tres, faltan todavía cinco estaciones para llegar a Paseo de la Reforma, cerca de la cual vive Paulina, mis demás pendientes los de la tintorería y luz lo haré cuando vaya por Sofía (mi hermanita). Cuatro, cinco, ya falta cada vez menos, apoyo mi rostro contra la ventana y veo mi medio reflejo en ella, una parte de luz, otra de oscuridad.
Silencio, silencio y oscuridad. Desesperación, oscuridad y silencio, falta de equilibrio, no se que ha pasado, donde me encuentro. Esta situación me recuerda a la única experiencia similar que he tenido, eso fue cuando me desmaye, hace ya varios años en la casa de Alex, cuando me quise estirar en una escalera y al desmayarme por la repentina falta de oxigenación cerebral caí del segundo piso y tuve una contusión. Quería gritar, habría y abrí la boca como si con un alarido se restablecería mi sentido de ubicación, estoy flotando?, estoy sentado?, de cabeza?, acostado de lado? No se si el intento es meramente imaginativo o si es real, no siento el grito, aquel que le quiero arrebatar a mi garganta, aquel que aliviara mi situación.
Llega la luz, no siento dolor, no físico al menos, es mas emocional, el dolor de estar en esta situación tan desesperante lo que me consume, la luz se vuelve mas y mas brillante, los colores llegan y poco a poco la nitidez y el enfoque, extrañamente el sonido no llega. No lo entiendo, que diablos!?, que pasa!?
Por fin medio me ubico y me veo acostado en el asiento , justo a un lado de las ultimas puertas del vagón. La luz que brilla es tenue, trato de incorporarme y no lo logra, volteo la cabeza para ver que hay en el vagón, ya lo único que veo es el techo y la luz tenue. El esfuerzo que me cuesta es grande, por fin hago algo y veo…parece un cuadro dantesco, el vagón esta hecho un caos, no veo mucha actividad, ante mis ojos como a 10 metros veo todo reventado, hay humo y fuego, veo una masa de carne, fierro y plástico. No lo entiendo, la falta de sonido es desesperante, el dolor es puramente emocional, o eso creo. De nuevo el silencio, la oscuridad y desesperación. No se cuanto tiempo llevo así…de nuevo se repite todo, mi deseo de gritar de saber en donde estoy, que pasa?, que paso?
Despierto y veo un hombre con casco sobre mi, viéndome la cara y el resto del cuerpo con una expresión en el rostro casi mímica. No se si es paramédico, bombero, policía, obrero.
Ahora alguien me lleva por los rieles, el túnel es largo pero las lámparas iluminan el camino, puedo ver que adelante hay mas luz que atrás, y yo voy hacia ella, mejor dicho me llevan.
Estoy un poco mas cuerdo, algo de sonido llega mi oído, no se todavía si a los dos o a uno, y si es a uno no se a cual, veo mucha gente corriendo, unos manchados de sangre, otros de lagrimas, otros simplemente de blanco. Estoy tirado en el piso, me gustaría pararme y saber que pasa, por fin alguien se acerca a mi y me dice algo que no entiendo, me ve a los ojos y yo le veo igual. Leo en sus labios, A..T..E..N..T..A..D..O…
Otra vez me llevan, ahora estoy afuera, en la calle, la luz me ilumina el cuerpo, me duele la vista, lo único que pienso es en lo que dijo ”atentado” seguro que es un terract (acto terrorista), no me lo imagino, con que fin?, quien lo hizo?, porque a nosotros?, civiles, trabajadores, escolares y gente común…por que a mi?

Comienza el frió, si pudiera decirlo lo diría, pediría una manta o algo para que cubriera, no me puedo ver pero imaginó que no estoy bien, se que el calor en la calle es elevado, ayer fueron cerca de 30 grados, y hoy la luz se ve igual que ayer, no hay que ser muy listo para darme cuenta que soy yo, el frió se apodera de mi, y quizás de los demás que se quedaron en el vagón. Veo las cosas sencillas, que somos , aquellos que murieron hoy aquí o aquellos que moriremos en unas horas para el mundo, nada, una razon, un pretexto para iniar otra masacre, una estadistica, una noticia, para la naturaleza no somos mas que unos individuos, el fin es perpetuar la especie. Para ella, para Gaia o como sea, lo que importa es el colectivo, el individuo como tal no tiene valor para ella. A los unicos que les importara es a los que nos quieren. Yo se que para mi no es así, yo tengo conciencia, me duele. Tenía planes, para corto plazo y largo, mediano. Todo se esfumo. Siento que el frió es mayor, me siento impotente, por que a mi? Si existiera Dios no permitiría nunca un acto así, por eso nunca creí en el, que mas da, el capricho del destino, estuve en el momento y lugar equivocado? La vida es azar, y en parte causalidad, en este caso muy sutil e ironica. Las decisiones que tomamos a diario sin pensar en sus consecuencias son las que a veces nos marcan para siempre. Que hacer entonces, estar siempre alerta, no se puede, entonces no quedo mas que con una sonrisa insípida, tomar lo que viene en la forma en la viene. Se que debí vivir mas, pude hacer buenas cosas, por lo menos planearía mi fin, les diría a los que mas quiero las palabras mas lindas y hermosas que supiera. Les diría a todos lo mucho que los amo, mi madre, mi chica, mis hermanas y mi padre, el afecto por mis amigos…No, se que no lo diré, no alcanzare siquiera ver sus caras, una lagrima corre por mi mejilla, es de impotencia y de amor.
El frió es mas y mas grande, me envuelve, cierro los ojos y no veo ninguna luz blanca, solo sombras, y luego tinieblas…oscuridad…frió.

Texto agregado el 16-03-2004, y leído por 196 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
16-03-2004 Un día cualquiera, un momento cualquiera, cualquier lugar, puede ser el fín ¿por qué? no hay justificación, nunca la habrá yoria
16-03-2004 algo que le paso a Slava, que le paso ya a muchos, en muscu, madrid, gaza y otras partes del mundo, para ellos. staszaitsev
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]