No has visto nada verdaderamente blanco hasta que ves a White Kid.
¿Quién es White Kid? Sí, es normal preguntarse eso si no le conoces.
¿Por dónde empezar? Quizá lo mejor sea describirlo, sí, será lo mejor.
Cuando le ves la primera palabra que te viene a la cabeza es, según mi criterio, “pureza”
White Kid es blanco; no, no es color piel, es blanco como la nieve. Su piel es víctima de las manos de expertos médicos si no me equivoco. Tras conocerle durante mucho tiempo me permití suponer como fue la cirugía a la cual se expuso a pesar de que no lo sé con exactitud. Para empezar la nívea capa epidérmica que rodea su cuerpo fue retocada para ser al menos tres veces más gruesa que cualquier piel vulgar. Ya no le crece ningún tipo de pelo ni suda; dicen que para no morir White Kid se extrae los residuos de su cuerpo con la ayuda de una potente jeringuilla y que lo del pelo es gracias a unos medicamentos que se inyecta. Sí señor, White Kid es un fiel amigo de las agujas: también ha de inyectarse agua y nutrientes varios para no morir por inanición ¿Por qué? Bien, ocurre que le amputaron la nariz y le cosieron la boca para luego enterrar las dos cosas bajo una de las capas blancas de su piel de manera que cuando le ves su rostro liso y limpio solo deja ver dos ojos, como no, totalmente blancos. Lo que hizo fue ponerse unas lentillas transparentes por dentro y opacas por fuera, de manera que parece que sus globos oculares estén formados exclusiva y únicamente por la cornea. Su cara, pues, es como un muro de mármol blanco, sin nada que sobresalga.
El término más adecuado para describir su faz sería, creo yo, “perfección”.
Es más bien alto y esbelto, y eso, sumado a su color, hace que parezca una de esas estatuas antiguas, menos por el hecho de que esas estatuas tienen orejas, nariz y boca.
En lugar de orejas tiene dos cavidades, una a cada lado de la cabeza, que desempeñan el sentido del oído. Es más complicado explicar como sustituyeron las funciones de la boca y la nariz. Tengo entendido que el gusto lo perdió totalmente, la alimentación la recibe, como ya dije, mediante las inyecciones de nutrientes. Lo que fue más complicado, me parece, fue conseguir que pudiese respirar. Lo que hicieron los médicos fue reconstruir sus conductos respiratorios y redirigirlos a unos orificios que le hicieron a los lados del cuello, tres a la izquierda y tres a la derecha. Es por ahí por donde respira y huele.
Puede que te venga a la cabeza la palabra “inhumano”; pero no, es mucho más correcto definir su funcionamiento con, diría yo, el vocablo “sobrehumano”.
Sí, ese es White Kid, parece estar hecho de un material mucho más valioso que nosotros, si Dios hizo a los humanos de barro, a él lo esculpió en mármol.
Y la gente lo nota, nadie lo dice abiertamente, pero todos sabemos a escondidas que él de alguna manera está por encima de nosotros
¿Cómo le conocemos? Vaya, la verdad es que no tengo ni idea; es algo muy raro, parece que su existencia va más allá de la memoria, no sabría decirlo, tengo recuerdos donde él estaba y recuerdos donde no, simplemente está ahora con nosotros. Quizá es una persona que ya conocíamos, puede que le conozcamos de antes de la cirugía, nunca nos lo ha dicho; ciertamente nunca nos ha dicho nada. Difícilmente nos hablará teniendo la boca cosida y escondida bajo capas de piel blanca, no intenta comunicarse tampoco con mensajes o señas. Parece ser un fiel seguidor del silencio. Lo que sabemos de él son cosas que hemos aprendido directamente de vivir a su lado, el resto son meras suposiciones como mi hipótesis sobre su tratamiento; quizá no es un humano retocado por la cirugía estética dura, a lo mejor nació así o es un extraterrestre o algo que se escapa de nuestra imaginación. Sólo nos resta confiar en lo que suponemos.
Y quizá sea un seguidor del silencio; pero ciertamente no le hace falta hablar. Siempre te escucha atento, da igual la mierda que le sueltes, te oye y ya está.
White Kid no te juzga, simplemente te acepta.
Como mucho te mira con su inexpresiva y blanca mirada y te pone una mano en el hombro o te abraza si lo cree necesario. Sabe cuando hacer cada cosa y, créeme, nunca se equivoca.
Me cuesta mucho explicarlo, es distinto al resto. Cuando yo hablo con Snake Boy, Jeremy o Margo no puedo evitar que me invada cierta desconfianza. Siento que luego me traicionarán, que se reirán de mis confesiones o que despreciarán mis palabras; y no les reprocho nada, aquí en Electrocity es tan normal recibir puñaladas figuradas que he de agradecer a quienes no intentan metérmelas literalmente.
Pero con White Kid no, irradia una confianza prácticamente inhumana, no dudo ni un momento de él.
Ha llegado a hacer cosas muy raras, pero siempre parece actuar con una decisión y seguridad abrumantes. En una ocasión estábamos en el bar tomando algo cuando entró una especie de mendigo con un revólver antiguo, parecía loco y gritaba que nos iba a matar a todos. Nos preparábamos a liquidarle ya que no parecía estar en sí; pero White Kid se levantó, se le acercó y se quedó delante de él mirándole fijamente con sus ojos vacíos. El mendigo se puso a temblar y, más allá de lo que nosotros creíamos posible, se puso a llorar y dejó caer el arma. Y Whitey le pasó la mano por la cara limpiándole las lágrimas. En otra ocasión estábamos jugando con un cretino que nos habíamos topado, nos reíamos de él y le metíamos un poco. El hombre se intentaba defender, nos había intentado robar y estábamos dándole una constructiva lección. Fue entonces cuando White Kid se levantó, caminó lenta y tranquilamente hacía el ladronzuelo y sin pensárselo dos veces le clavó la navaja-proyectil de Jeremy en la frente. Hubo un largo silencio, nadie dijo nada al respecto.
Es muy raro, hace lo que quiere sin dudarlo, pero no parece guiarse por meros caprichos o algún tipo de demencia, es como si tuviese un razonamiento más allá de lo que nosotros podemos comprender.
Cuando me quemo la cabeza pensando en su manera de actuar la palabra que más me viene a la mente es, y sé que suena cursi, “divino”.
He de ser sincero, y es difícil decir esto siendo tan ególatra como lo soy yo, pero la verdad es que no puedo evitar sentirme bastante agraciado al tener el honor de caminar a su lado.
Sí, ese es White Kid: uno de los pocos dioses que quedan en Electrocity.
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