Tu mano en mi noche vergüenza fresca en las mejillas. Restriego las mieses de no sé qué pestañas. La piedra despierta con cinceles de amparo. Arrullo mentiras en cachetes de lava. Es la palma lisa del destino, en cielo de esponja y pizarra plegado por las grietas del silencio.-
Texto agregado el 26-07-2007, y leído por 176 visitantes. (5 votos)