Y cansado adormilaba y sabanas amarillas cubrieron todo y en esa noche cantaba mi Ángel. El amarillo se convirtió en verde verde como el bosque verde como la esperanza. El seguía cantando en mis adentros. Vino todo lo deseado con ímpetu majestuoso, poso sus alas cubrió el campo; y observo. Hoy viene por mí a él ya lo espero. Mi ángel sigue en mis oídos guiando mis pasos, de uno en uno. Vino por mí, se arrempitio. Sigue en mis oídos y me deja caminar en soledad. Septiembre de 1989.
Texto agregado el 25-07-2007, y leído por 142 visitantes. (2 votos)