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¡CHANTA!
quieres que te vean
y no ves a los demás

¡CHANTA!
quieres que te elogien
y no eres capas ni siquiera
de una asquerosa regurgitada adulación

¡CHANTA!
cuando tienes hambre
gritas por comida, sofocas por un bocado
pero cuando yo, comer necesito
te vas bailando hacia un rincón con tu bufón

¡CHANTA!
te acuerdas de mí
solo cuando tienes un problema
y cuando en mi sendero se avecina tempestad
coges tu paraguas
y por el callejón egoísta te vas chapoteando

“Tu me das,
pero yo no.”
Es como si tu piel
tuviera un vozarrón

No lo dices
con tu conciencia
más en tu haber
los hechos actúan la gran obra

Tus zapatos
¡qué limpios están!

“No te preocupes…
que si no me los miras
no me pondré a llorar”

Por ahí debe existir
el cumplimiento de retribución de mi sentir
esa luna que me entienda
esa agua que refresca

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