Cuando fuiste adiós



La luna tanteo nuestro adiós
Deshaciéndose en el mar nocturno
En las olas de la desdicha y el desconsuelo.
Y tu que te alejas, caminante ego-sombría,
Rengueando la tenue luz de la arena mojada
Desnuda sobre el ocaso pulular
Caminante del silencio húmedal
Que acaricia tu desencajado frenesí
Como flor bajo la lluvia atolondrada
Cuando cae con la furia del abandono
Rompiendo el hechizo de lo medular
Que torna aun mas triste este adiós
Sobre tu suave espalda abandonada
En la pleamar del desencuentro
Que se desvanece sobre sus olas
Como la luna que ya acaba
Perdiéndose en la inmensidad,
En el final.