la reencarnación del tiempo nadador, dentro de las ácidos, cubriendo las mordidas del diente filoso. navegando por las aires con las hebras transformadoras. cubriendo de ésa manera la marea de heroínas. tal vez las olas de sufrimiento no dijeron te amo.., esa noche.
cuando las pupilas del asesinato abandonaron los halos de la espada, la ventisca no fue rey en los flashes de la esquina madriguera. sin conocerse...sin conocerse... helmintos vaciando las sinfonías con sólo guitarras.., siguiendo la aeronave principal..llevando las estrellas atrapadas, para ser liberadas.. extrañas... destierras...
en el lavadero de las mentales, las lágrimas volvieron a repetirse con la invasión. las partículas lentas, bailaban drogadas por la zona aureada. comenzando a desmayarse con las vías interrumpidas por la suavidad del incienso, martillando los caminos de los rastros del cincel.
madrugando con los exasperes de la mañana. extrañamente aturdido por la profundidad disturbada.
la flauta encantada dentro del nacido, soltaba esporas diferentes. convirtiéndolo a cementerio, las cenizas que decantaban una cuna. abordaron las conversaciones de pólipos con la incolora batería.
los ayudantes de batalla, secuestraban y conquistaban los órganos insoportables. sintiendo los palpitares de los sagitarios.., huían y escondían.., conduciendo sus malestares a la colina del encontrado.., exponiendo su escondrijo por las evocaciones de sus miedos... así, revelando su muerte y filtración.
las inyecciones no se manifestaron en el tablero, pero los vestigios del viento, guardando los gritos, dejaba escuchar angustia en la tierra destruida.
el salón brotaba gotas de una melodía arcaica..., sulfurando esperanza en movimiento. algo fue poéticamente triste..., algo es triste y los poéticos son transparentes...
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