una alergia,
acostumbrándose a la oscuridad...
recuerdos vagabundos..
donde los agostos eran oro, y ahora,
terror.
perfectamente estrellados en la gravedad de las pirámides, el calor penetraba en los agujeros conectados de la servidumbre.., la vida succionando con las aspiradoras, ahogando...ciertamente ahogando los murmuros del horizonte follaje.
el negocio lento de los fantasmas, desertaba todo de arena negra, para creer en los nuevos brillantes que drenarían los mejores días de la superficie.
así sonaba el cuento de los paracaídas,
frenando las sonrisas de los payasos...
cubriendo de gritos ocultados en la cámara de los espejos.
riendo con los furores de la destrucción, el aserrín en la cuchara escuchaba los sonrojos del cielo.., tocando su órgano, ciego.., descubriendo los aplausos de la función de colores.
la inmensa figura caminaba descubriendo sus ojos dopados; junto con las siluetas de la nieve enmascarada. solitarias y fatigadas, demasiada durmieron con la lentitud de la masacre.
cuando los aros comenzaron a quemar, las sombras desnudas rostrearon en el callejón. la base de sus cuerpos no logró alejar la bomba que salivaba con la llovizna exterminadora.
juntos exhalaron con el impacto.
oO ___
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continuando con las alarmas de los sintetizadores, las armas que desplomaron la caminata ambulante, nómadas de la fortaleza de los inmortales. silbatos arcaicos y la explosión de los comburentes.
Las casillas congelaban las almas envueltas a fuego lento. encerradas por las lágrimas que amamantaron la psicología de los monumentos edipos, besaron la cueva de las otros enterrados. ohhh, ohhh.
regresando a los templos descalzos,
el maquillaje oriental,
rompiendo los huesos amurallados.
probando..
el espíritu elfa, miró las sábanas sin calcetines..., necesitando el perfume del aliento devorado. desapareciendo su casa.., una flama envejece... un olor hogareño deambulante..; buscando los basureros del nuevo mantenimiento cerebral..cárcel de envenenados.
no será tarde.... los morados no levantaron la cabeza...siguieron marchando con la libélula déjà vu al escapar una mirada...
unos marcaron los cadáveres invisibles en la carretera, después de un pasajero eclipse.
los silencios de sus ecos.., recuerdan poseidón..
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