Yo me callo, si me besas con esos labios olor a traición
Yo me callo.
Ya no lloro, si la madrugada recibe un portazo anunciando tu llegada
Ya no lloro.
No me lamento, por encontrar labial en tu camisa,
No me lamento.
Y si alguna huella de un encuentro apasionado te tatúan en el cuello
No lo veo.
Ahora desde un tiempo, correspondo a tus besos ¿no hueles la traición que llevan?
Se que callas.
No siempre tras las noches se puede encontrar pasión, el día trasluce con más claridad los cuerpos.
Trato en lo posible de no manchar camisa alguna, menos succionar la piel de quien ahora me ama.
Pero queda en el aire, esa duda, esa pregunta ¿hasta cuando?, hasta cuando mi lecho será compartido contigo, que eres el molde pero no la esencia del que amé con locura,
por el que lloré, me lamenté, y quise por mi propia mano renunciar a esta vida.
No se hasta cuando, pero hay costumbres, hay compromisos y hay una sociedad que nos lleva por su mejor conveniencia.
Las heridas se curan, pensé que no.
Las traiciones de pagan, pensé que no.
Se puede volver a amar, pensé que no.
¡qué importa la conciencia!, si de tanto y tanto sufrir, nació de pronto la luz de la esperanza, que me invita a vivir.
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