Sos como aquella fisionomía perfecta,
Cuyos labios se complementan con los míos.
Sos en lo admirable de tu esencia tan rígido, tan níveo.
Sos en lo avasallante de tu aroma, sobrecogedor delirio.
Tan ardientes tus eyecciones naturales
Como río esos procesos glandulares
Con una explosión vigorosa, tan mortales
Tan sedantes las formas que expresan tus labios
De sentir lo empírico
Te alquimizaste en lo particular de mi frialdad
En lo nervioso de mi estomago
En el protagonismo onírico
En la dependencia cursi de saber del hallazgo de los recovecos de tu mente
No hay dulce aurora si al menos no estoy segura
De la infinitez de tus oraciones
De lo amargo que es quererte
Un halo fugaz me une a tu existencia cósmica
Nada más que eso
Percibe el éter tu materia
Y como hago tangible tu existencia
Espero que la revuelta noche
Te devuelva mis pensamientos
Aprecio el minuto de felicidad
Solo por saber que te tengo