No recuerdo más allá que las paredes grises de un cuarto abandonado al final del pabellón,
Y el silencio eterno que me aterraba profundamente cuando te ibas…
Era acaso un estado profundo de coma, o estaba dormida atrapada en algún sueño sicótico???
Y yo… sin saber si era de día o de noche, Te escondía en una esquina de mi cuarto para que nadie te viera que me hacías compañía,
Y entraba El, vestido de blanco, y el miedo de que te alejara de mí invadía mis huesos…y me forzaba a tomar las pastillas que me mataban la imagen a colores de tu risa, y me hacían sorda a tus palabras…
Y te buscaba en la esquina donde te había dejado escondido y ya no estabas, te habías ido…
Y olvidaba que te esperaba, pero sabía que existías,
Aun sin sentidos te respiraba,
Y se me hacia infinito el momento de espera
Y te buscaba en los rincones de mi memoria con desesperación, pero no podía acordarme del color de tus ojos…
Entonces entraba en el túnel helado en donde caminaba por horas descalza hasta olvidar mi destino…
Y abría los ojos, y ahí estabas, habías regresado al cuarto helado para hacerme compañía…
Y tus ojos café me miraban mientras estuve dormida, y tu voz dulce me hacia reír con su ironía… y reía… y reía…
Y te platicaba por horas del túnel, te contaba de mis miedos, de mis sueños, y vos me entendías...
Y un ruido me asusto una tarde, y entro el hombre aquel que vestía blanco, y cerré los ojos…
Y al despertar, no te vi más…
Me sacaron del cuarto de paredes grises, y una mujer me llevo hacia una puerta que daba a la calle y me dijo: “anda, ya curaste… se feliz, porque estas libre…”
Y yo… sin vos, por la vida, estoy vacia…
|