| Los ladridos de un perro irrumpen la calma de la noche y de un salto resuelve salir a la ventana, intenta no caer con el mareo del somnoliento.-Calla! – le grita desde lo mas profundo de su medio sueño.
 -Calla que si no…. (Un bostezo, no deja salir las palabras)…. No puedo dormir.
 Camina lentamente a la cama, se sienta, recuerda que las luces estan prendidas en el corredor, suavemente desliza sus pies descalzos por todo el dormitorio hasta llegar a la puerta, de pronto siente un escalofrío en la espalda y en ese instante mas que de prisa corre a la cama y de un salto se esconde bajo las cobijas.
 Intenta respirar pausadamente pero las lagrimas se lo impiden, llora desconsolada, no entiende el por que, pero lo hace.
 Las lagrimas poco a poco se agotan y ella consigue respirar a un ritmo normal,  en ese preciso momento la oscuridad traía de vuelta a los recuerdos y mas aun los recuerdos de los que ya se habían ido, lo único que queda por hacer es volver a conciliar el sueño para no pensar, pero su mente le juega trucos sucios y le vienen las imágenes de aquellos que ya la dejaron.
 -Váyanse, por favor, váyanse!- exclama.
 -Regresen al lugar de donde salieron, hoy no quiero hablar con ustedes, por favor!!!
 Y  ellos no la obedecen, siente como entran en ella, como se sientan alrededor de su lecho, las lágrimas retoman su rumbo, cada vez mas frecuentes, solo quiere dormir, volver a dormir y nada más.
 Pero no, las cosas no son tan simples, ella procura que la dejen pero ellos no quieren marcharse, lo único que queda es asumir que regresaron.
 -Esta bien, esta bien, ya se que no me dejaran hasta que hablemos, de que quieren  hablar? - pregunta ella mientras se reincorpora en la cama.
 Ellos no contestan nada, simplemente se escucha un gran vacío alrededor.
 -Si no tienen nada de que hablar, por que están aquí?- pregunta de nuevo.
 Ellos, se muestran a través de una sombra que se acerca a la cama, ella solo cierra los ojos y siente que la tocan; le tocan los labios, la frente, se da cuenta que solo quieren tenerla cerca y se tranquiliza.
 Poco a poco, las caricias desaparecen y el sueño regresa, los instantes mas largos y profundos al fin terminaron, se da la vuelta y abraza la almohada secando sus lágrimas y sus suspiros, se queda dormida y todo pasa.
 Los sueños y los recuerdos regresan de donde vinieron y ella duerme en paz.
 
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