En mi intervención pasada en este espacio y a raíz de algunos comentarios sueltos sobre la obra de Marc Dhery, Nínive me sugirió que dedicara mi participación a hablar sobre libros. Así que haremos caso a Nínive y casi al azar (no sé por qué fue este el primer libro que me vino a la cabeza al pensar en escribir lo de hoy), hablaré sobre "Nunca me abandones" (Never let me go) de Kazuo Ishiguro. Quizá la obra más popular de Ishiguro es "Lo que queda del día" y es probable que sea más conocida por la película que estelarizaran Anthony Hopkins y Emma Thompson que por la novela en sí.

Una de las características principales de las obras de Ishiguro, es la capacidad de mantener al lector siempre a la expectativa sin recurrir a efectismos obvios ni a ritmos vertiginosos. Esto lo logra bastante bien en "Nunca me abandones", cuya trama casi toca la ciencia ficción anque resultaría difícil encasillarla en este género, sobre todo cuando al principio parece un relato costumbrista y relajado.

Kathy, se encargará de narrar la historia desde su perspectiva adolescente y con una carga emotiva importante devela lo que ocurre en el internado de Hilsham, situado en plena campiña inglesa y en donde los alumnos, alejados del mundo exterior, reciben la mejor educación y el mejor trato posible.

El giro en la historia ocurre gradualmente y de la mano de Kathy el lector entra en una atmósfera en donde la vida feliz de los alumnos del internado deviene en una serie de situaciones que muestran el útil papel de los estudiantes de Hilsham para la sociedad. Resalto la palabra "útil" en su sentido más primitivo porque es interesante la forma en que Ishiguro da indicios a través de las vivencias de Kathy y sus compañeros de lo que vendrá después.

Impregnada de una fuerte dosis de nostalgia, la lectura de Ishiguro no deja al lector impasible pues cuida hasta el más mínimo detalle y logra hacer de cada personaje un sujeto entrañable perfilando así una trampa para el lector al enfrentarse al destino de Kathy y sus amigos.

Esta novel ha sido catalogada por algunos como ciencia ficción, sin embargo, los que no somos aficionados de este género no la catalogaríamos de este modo no sólo por la ausencia de explicaciones científicas sino también por la capacidad de tejer una trama que trascienda los típicos elementos de la ciencia ficción en favor de una novela paradójicamente muy humana.

También ha sido calificada como dark, basándose en el desconsuelo, en la atmósfera que rodea a las acciones y al ambiente de tragedia shakespereana en donde las cosas ocurren de forma inevitable.

Al final, la novela puede dejar un regusto amargo, pero también puede ser vista como la eterna lucha de la tecnologización contra los sentimientos.

Prefiero quedarme corta con la crítica que contar demasiado la historia, cosa que resultaría inevitable. Así que los dejo con este pincelazo y a la tradicional manera de estrellar los cuentos en este sitio, yo le pondría cuatro estrellitas (de las sinceras, no de las de "Me gustó *****")