Muchas veces con una lágrima anudada en mi garganta, salí presurosa por las calles, si, con afán, de aquel que mata, de aquel que susurra: "no puedes", "no vales", "no sirves", Si, salí de esa manera quizás tontamente, quizás de una manera que no comprendía yo misma.
Te buscaba en las nubes, en el viento, en las colinas, en los árboles, en el dulce murmullo del sonido del viento, o en el incomparable estruendo de un mar majestuoso...Allí estabas, pero no te podía ver, estabas presente, pero sólo podía sentir tu presencia. Eres Dios verdadero aquel que abrió el mar en dos, para luego dejar pasar al pueblo, eres el mismo de ayer, hoy serás por los siglos venideros, eternamente y para siempre!!!
Ahora sé que siempre has estado conmigo, así como lo estás con cada ser humano en esta tierra y que ese afán por amar a un hombre, ahora se vuelve cálido porque ese amor de hombre lo pusiste en ese corazón bello del ser que besa mis labios...TE AMO! |