Hace mucho mucho tiempo,
En el pueblo de Canoas,
Abundaban los nahuales,
Vagaban en altas horas.

Pero que son esas cosas,
Tal vez te preguntaras,
Cuando lo hayas descubierto,
Tan bien ya no dormirás.

Los nahuales son personas,
Que por las noches más oscuras,
Se convierten en animales,
Pa’ destruir toda hermosura.

¿Pero que de que artes echan mano?
Eso no lo se,
Tal vez de Mefistófeles son hijos,
No se como ni para que.

Quizás la embarcación tomaron de Karonte,
Y desde el Hades llegaron al pueblo,
Estado de San Luis que bellos horizontes,
Adornado con de los nahuales el juego.

Uno de ellos por la noche,
Transformado en mapache,
De mi tío Goyo la huerta,
Invadía hasta el empache.

Una noche mi tío Goyo,
Con tremendo arcabuz,
A matar tiro al mapache,
Aunque no había mucha luz.

Y sucedió lo mas extraño,
El tío casi pierde el la razón,
Al escuchar aquella voz,
Por poco se sale su corazón

El mapache hablo lo juro,
Y le dijo a mi tío,
“No me tire señor don Goyo,
A mi no me gusta el lío.”

El mapache se identifico como Juan,
Aquel que vagabundear su responsabilidad era,
Después corrió tan fuerte,
Que el regato rebaso a la primera.

La peripecia se olvido al cabo de unos días,
Nadie vio nuevamente a Juan,
La cuestión no volvió a tocarse,
Pero cosas mas extrañas serán.

Un buen día por la mañana,
Que las mujeres al molino dirigían,
Un enorme guajolote saludaba,
A los marchantes que a su lado pasarían.

Gordo gordo gordo gritaba,
Y su ala derecha agitaba,
Mi tía Tola por el susto,
Ya merito se infartaba.

“Un nahual” gritaron todos,
Del infierno ha sido enviado,
Ay por Dios por Dios que espanto,
Y por el galileo crucificado.

Al juntar la chusma armada,
Cazadora de nahuales,
Buscaron por todo el pueblo,
Desde el río hasta los portales.


No encontraron al maldito,
No supieron donde quedo,
¿Quien será del diablo hijo?
Nadie nunca respondió.

Así que la siguiente vez,
Que veas un animal,
No le hagas mucha confianza,
Pues podría ser un nahual.