El día se vistió con su traje de luto y la lluvia cayó.Las gotas me rozaban la cara y una se detuvo en mi boca. El viento acariciaba mi cabello. Cerré los ojos y mis pestañas se convirtieron en hiedra. Se aferró a la pared y me botó al suelo. Sólomi alma seguía de pie observándome. ¡Ayúdame!- le grité , pero vi como se daba vueltay así, dándome la espalda, caminó indiferente hastala convirtió en tierra y la lluvia la disolvió y se la llevó por el río.
Mi fria espalda contra la pared sentía el pinchazo de las rosas y allá , a lo lejos se veía un clavel blanco q se extinguía en la obscuridad.
Pronto mis manos y pies echaban sus raíces en el suelo frío y mi corazón se transformaba en una en una de las millones de piedras del camino y mis ojos se convirtieron en dos relámpagos que alumbraron y murieron.
Todos echamos raices.
paloma aguirre