DESIGNIO


¡Salvate!

Gritó la luna
detrás de una nube,
presa de una agonía
inagotable,
la niña corrió,
sus zapatitos
de charol prestados,
se embarraron
en su caída terrenal.

Yo la espiaba
detrás de un árbol,
podía sentir su aire
como se extinguia.
¿Si pudiera dibujarle
mariposas,
cubrir su cabello
con florcitas silvestres?
pero todas las puerta
estan cerradas,
solo una abre su destino
y a las mariposas
no las dejan entrar.
¿Si pudiera
anunciar agua fresca
para sus pies dormidos
de sangrar?
Plumas de otros ropajes
encierran esas puertas,
trampas sonoras
y animales deshechos,
azulados temblores
de sucia mortandad.

La niña miró al cielo,
la luna se perdía.

¿Si pudiera
prevenir su inocencia
de la oscura verda?
Pero la sangre
ya cubrió sus piernas
y la arrastra implacable
hasta su realidad.
Un mapa rojo y seco
era su designio
y yo mirando
sin poder llorar...