De las mañas al picaporte pasaba la monja, siempre prefiriendo aquello que añoraba, deseaba quedarse en el convento, cuando la soga colgaba de la ventana, quería escaparse los domingos, detestaba las misas, si es que dan misa en los conventos... andaba con ganas de juventud, y en las noches se quedaba despierta, haciendo y deshaciendo todo tipo de licor, sentada en la mesa de la cocina, madera antigua por doquier, un día se tentó... ...miró sus piernas, recogió su claustro vestuario, miró, olió y se excitó con facilidad, he aquí cuando miró para ambos lados y deslizó su bombachon hacia un costado, como cuando uno está de pasada, prevenido, llevó sus dedos tiesos de rezar por años a su vagina reseca, froto y froto... ...se daba mañas para pasar el rato, recogía su néctar y lo enfrascaba, para futuras excitaciones, una vez salió al jardín y vertió el contenido y nació una flor. |