Hoy la vida sonríe simplemente como la noche cautiva,
los sueños,
quimeras muertas llenas de esperanza
que te envuelven en imágenes sinuosas del pasado olvidado.
Cómo volver a ser ángel perdido en el silencio,
cómo ser nuevamente paloma herida por los escenarios perdidos del tiempo.

Olvidar el misterio de la noche cuesta como volver a caminar,
las escaleras del horizonte son refugios fugaces de tu inocencia,
ya las estrellas no tienen color,
ya los sueños se vuelven quimeras nuevamente,
simplemente es el día.

Manejar en los espacios congelados del corazón aquellos retratos antiguos,
es simplemente renacer en busca de fantasías inconclusas,
los labios aún guardan pequeñas señales,
las pupilas todavía sostienen leves destellos de luz ausente,
a veces las lágrimas son más simples que un día,
verte gritar me hace ser más fuerte aún
y tratar de luchar por perder el viento en los ojos.

La realidad a veces te toca los pies y pide perdón a golpes de puñal.
Las fantasías ya son parte de mi piel,
cada instante desangro mis dedos buscando un espacio olvidado en ti.
Amo verte gemir pidiendo paz nuevamente,
adoro las marcas que dejaste en mi alma con tu látigo infame de ausencias.

Simplemente el día dirá muchas historias,
quizás la noche olvide los nombres de quienes nos acompañaron en la batalla de crecer,
qué me dices tú.
A veces atar a los sueños es mucho más grato que ver el amanecer en soledad.
Mi vida es resto perdido,
la tuya capricho concreto.

Crecer en la noche te hace ser día
mientras maltratas mis oídos con tus palabras marchitas,
mis ojos quieren matarte en silencio,
simplemente en este día.
Simplemente es mi día.


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