Vaga la sombra errabunda
por la lejana vereda,
en sus recuerdos abunda,
mas busca lo que no encuentra.

De un bucle de sentimientos
su inerte luz vive presa,
sus arcanos pensamientos,
convulsos, el odio enjendran.

Su voz, latente, en el tiempo
persiste, mas es ajena
a su realidad, de viento,
de obscuras dunas de arena.

Vestigio de olvidas glorias,
también derrüidas penas,
pesares ensombrecidos
por la frustración que encierra,

no ve tal cual es el mundo,
mas sólo como se empeña
su mente ingenua. Sin rumbo
su mirada pétrea yerra.

Se afana en una esperanza
tan vana como la piedra.
Se afana en un ser perdido,
que busca pero no encuentra...

En una sombra errabunda
que a su dolor le remembra/recuerda,
jamás cejará en su busca
de la que esclava se encuentra.

Aguardando en la penumbra
acaso un destello espera.
A lo lejos se vislumbran
tan sólo puños de arena...
C.C.,26/IX/2006