La expresión de su rostro no mostraba su verdadero sentimiento de tristeza ,vivía uno de esos momentos cruciales en que nos debatimos entre la vida y la muerte; sentada en un banco solitario frente al mar se veía más bien relajada y pensativa .Sin embargo, cuando la miró a los ojos el desconocido de las zapatillas rojas tuvo que parpadear , ahogar su voz para no decirle algo, morder su lengua para evitar una impertinencia que terminara ese momento tan fresco...el hombre ensayaba una prueba de velocidad y cada músculo de su cuerpo desafiaba el poder contenido en el aire , golpeaba el viento para terminar con un grito de vida , hasta que lanzó una mirada hacia mi banco con la que me transmitió su energía como un rayo , como un salvavidas en medio de mi segundo de duda - comprendí en ese instante que el tiempo no tiene sentido , que la vida puede dar y quitar en un segundo , que debía estar alerta para no caer al abismo - era el minuto perfecto para aferrarse a lo vivido con fuerzas renovadas ,como siempre ...-como siempre-repetí en voz alta como un eco lejano de un destino sonriente .