Desperté y ví la luz del amanecer, la brisa combinaba con mi ánimo, el cielo azul me inspiró.

A mediodía el sol calentaba mi lánguido cuerpo, mis ojos se desvanecían con nubes surcando el horizonte, mamá comenzó a darme de comer, no me gusta comer.

En la tarde ví algo nuevo, alcance a divisar por la ventana un arcoiris mas grande del que veo cuando mamá me baña, lo malo es que entra mucha agua por mi garganta.

De noche veo las pocas estrellas del cielo, el ronroneo del respirador artificial me adormece, veo a mamá y sonrío, soy feliz.