Es difícil comenzar a escribir un relato de la vida propia, también es difícil explicar lo que pasa por la cabeza de una mujer, mas aun si se trata de una adolescente.
Nunca las cosas son como se quieren, yo desde pequeña soñaba con crecer, trabajar y poder regalarles a mis padres una parcela en donde pudieran pasar sus últimos días, juntos. Pero como ya he dicho no todo ocurre como se quiere, y eso fue lo que a mi me paso. Sin ser exagerada podría decir que yo era la niña más feliz del mundo. Tenía una casa, mis padres, una hermana excepcional y estaba rodeada de amigos y amigas y de gente querida, cuando aun tenía trece años, mi madre me comunico la noticia: ella y mi padre se iban a separar, toda mi vida se hizo añicos. Creo que mi felicidad se basaba mucho en su relación, por que a pesar de todo, antes de los problemas, mis padres, eran la pareja perfecta, o así, decían los que los conocían, ya que se amaban como nadie ha amado a otra persona en el mundo. Pero aun así la relación comenzó a deteriorarse. Cuando mi madre me puso al tanto de la situación, me explico que simplemente el amor se había terminado, por lo menos de su parte. Ese fin de semana ella se fue a la casa de una amiga para pensar, y yo y mi hermana nos quedamos en casa con mi padre, creo que esa fue la primera vez que lo vi llorar. No, una vez, antes, estaba llorando por la muerte de mi abuelo, que había sido hace poco en ese entonces. Pero esta vez fue distinto, esta vez lo sentí mal, destrozado. Le pregunte si tenía miedo y que era lo que más le dolía y aun recuerdo sus palabras como si ahora estuviesen saliendo de su boca: “perderla para siempre”
De ahí en adelante, todo cambio, primero comenzaron a buscarme un colegio nuevo en el centro ya que era ahí donde compramos un departamento, luego vino el cambio de casa, la separación de mis amigas, el desprendimiento de mi hogar de mi colegio mi comuna mi pasaje mi casa en el árbol y mi padre.
Decidieron que viviríamos con mi mamá y que veríamos a mi papá fin de semana por medio. También nos veríamos en las mañanas ya que el nos iba a buscar al departamento y nos iba a dejar al colegio, yo lo vería los miércoles, ya que almorzaría con el pues esos días salía temprano y mi hermana los miércoles en la noche salía con el a pasear. Por suerte no se les ocurrió que cada una de nosotras (yo y mi hermana) viviéramos con cada uno de ellos pues si me separaban de mi hermana creo que ese hubiera sido mi fin…