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(dedicado a Ricki)

Falta un milagro para la gracia;
venid con las manos vacías y los corazones agitados,
Las dádivas bailan en mis manos la búsqueda
de nueva morada.
Junta tus tristezas en alas de mundos
invisibles.
La vida se contorsiona en milagros de placeres
y las luces se entusiasman en ardientes océanos de dicha.
Déjate mecer por la esperanza,
Huye de las sombras de las cárceles,
comienza la rosada aurora.

Haré profetizar a los grillos,
caminar a los guijarros y beber el agua de tus ojos de espejos cóncavos.
Recibe el don de los teólogos al proclamar
el dominio de la naturaleza del hombre
por la ley mayor.
Aléjate de los búhos infelices de las sombras,
cobíjate en luces placenteras de asombro.
Evoca mi nombre como un mantra
Elevando tu felicidad más allá de los pensamientos.
Te haré la dicha misma,
tu sonrisa no se disipará en tormentos sino
colmaran tus deseos haciéndose creatividad,
voluntad espiritual y esplendente genio.

Nacerá un avatar del corazón liberado
de vislumbre de los odios y rencores.

Ve, camina, canta y mira lo que han creado para ti,
baila y brinca como un saltamontes que no se cansa
de besar la tierra infinita de espasmos amorosos.