quería ser el mejor escritor. quería ser el mejor padre, hijo, amigo, pero, no pude, por mas esfuerzo que puse, no pude. tuve que dejar toda mi empresa y me dije: hay que dar la vuelta. dejé todo lo que hacía y caminé de regreso al inicio. la ruta era larga, en mi camino encontré a muchos de mis familiares muertos, a ángeles de niño, a dioses de estampitas, pero a ni uno le escuché. quería llegar al inicio de todo este sistema. ya han pasado cerca de cien años, y aunque enfermo, débil y solitario, aún continúo caminando, no sobre mis piernas que ya no pueden sostenerse sobre sí mismas, si no sobre mis recuerdos, historia y este corazón que jamás me ha dejado. creo haber llegado al inicio. hay una entrada de color rojo y negro. hay un guardián en cada lado. no sé sin son hombre, animal-hombre, o, dioses. me he acercado y les he pedido permiso para entrar. parece que no se han percatado de mi presencia. debe de ser, pues, camino sobre mis recuerdos. he cruzado este umbral y he visto un lugar especial. es un colegio de muchos niños, pequeños niños de todas las razas del mundo. ha sonado una campana y todos se han juntado en una especie de tabladillo. ha salido un señor alto, blanco, vestido de color blanco. todos los niños le escuchan, trato de escuchar pero no puedo. debe ser porque soy un pensamiento, una idea que navega en este lugar insoñado. me he acercado y he visto que el seño alto vestido de blanco me ha mirado y me ha llamado hacia su lado. he cruzado en medio de una tormenta silenciosa de niños hasta llegar al lado de ese hombre que es inmenso, pero sus ojos son como la noche, no hay tiempo en él... ya ha su lado, me ha entregado un libro abierto, y me ha pedido que lo lea. he cogido el libro, es de color marrón, pesa duro, pero puedo sostenerlo porque soy una idea, o un pensamiento. he visto la primera hoja y en él está escrito un nombre, creo que era el mío, no estoy seguro. he visto la letra pero no puedo recordar una letra, idioma parecido, son como pescaditos, puntos, rayas gruesas y delgadas, o algo así. sin embargo, siento que puedo entender y cuando abro la boca, sale un canto, un bello canto que me embriaga totalmente. emocionado veo los rostros de los niños que ha medida que les canto, brillan sus caritas, y sus sonrisas son amplias y sanas... siento amor de ellos hacia mí. el libro aún no termina y me siento agotado. se lo devuelvo al señor y este me dice que me lleve el libro. es mío, me dice. gracias le respondo y con el libro en los brazos, cruzo toda esa muchedumbre de niños hasta salir de aquel hermoso lugar. retorno hacia la entrada y aun están los dos guardianes que ahora me miran con reverencia. adiós, les digo. pero de sus labios o algo parecido salen como cantos, bellos cantos. salgo del umbral hasta llegar a mi cuartillo. estoy agotado y veo mi cuerpo echado sobre un camastro. miro el libro y lo llevo hacia mi viejo cuerpo. lo pongo a su lado y luego, cierro los ojos. cuando los vuelvo abrir, estoy dentro de mi viejo cuerpo. veo el libro marrón. lo abro y veo que está lleno de textos, y todos son míos. me gusta saber que soy algo mas que palabras, soy una canción muy hermosa, escrito en un idiomas puro y perfecto...


san isidro, julio de 2007