Hoy, para nada tengo cabeza,
mis pensamientos no se conectan,
con las palabras no hay destreza.

Hoy, al igual que otros días
siento que me falta energía,
sin sonrisas, no hay alegrías
y la inspiración se torna apatía.

La creatividad muy temprano murió,
al escribir, no hay pasión en mi pluma
mi corazón sin amor se enfrió,
a causa de aquella áspera bruma.

Un poco de caridad y un pedazo de pan
pide por aquel sendero un poeta,
que sus frases no riman más,
la vida se la juega en una ruleta,
quiere ver si con sus penas termina.

Morir, para qué vivir en este mundo
que no deja una esperanza para respirar
cuando todo es sucio, malo e inmundo
necesito una palabra para continuar.

Vivir, para qué morir en este mundo
cuando no hay paz ni calma
no deseo vivir como un fracaso rotundo.
Pero sé que puedo con más
( me lo dice mi alma).



nebular